afortunado『 uzuzen 』

afortunado

あい : amor
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Uzui se consideraba afortunado.

Afortunado de haber tenido buenas calificaciones en la escuela, afortunado de haber tenido amistades que duraban hasta la actualidad, afortunado de haber (y estar) aprovechando cada segundo de su vida escolar y universitaria al máximo.

Uzui era tan, pero tan afortunado, que el día en el que se le declaró a Zenitsu Agatsuma, el chico lindo de segundo ciclo en la facultad de artes, aparte de una lluvia de insultos y golpes, recibió un afirmativo.

También... también me gustas, supongo.

Ese había sido el día. Gritó y gritó lo mismo por tres semanas sin parar, desde a curiosos que le preguntaban por su relación con el menor, a personas que le decían un simple "¿Qué tal tu día?".

¡Soy de la pertenencia de Zenitsu Agatsuma!

A algunos les causaba gracia, a otros, intriga. Otras personas ya no sabían si es que era una mala broma o una realidad, así que se habían cansado de preguntar. Y luego estaban muchos otros, acostumbrados a la notoria presencia de Uzui y, por lo tanto, a seguir sus vidas con normalidad incluso si el albino les gritaba cara a cara que se había quedado calvo.

Y Uzui era feliz así, gritando por toda la universidad y haciendo saber a cada ser vivo que no le pertenecía a nadie más que al rubio de segundo ciclo en la facultad de artes.

Muchas miradas divertidas se dirigían a ambos cuando Uzui iba a dejar a Zenitsu en su facultad (que era la más próxima a la entrada) y el rubio parecía querer morir de vergüenza.

Pero jamás le dijo que parara, y Uzui agradecía eso. Gritar a todo pulmón su felicidad y relación le daba mil años más de vida.

Sus amigos lo vitorearon y felicitaron cuando oyeron las noticias.

¡Uzui ya no nos va a hablar de su amor platónico por cinco horas seguidas al día!

Bueno, celebraron otra cosa, pero da igual.

Y, una noche, en los dormitorios de la universidad y con Zenitsu apoyado en sus brazos, durmiendo con una pequeña sonrisa adornando su rostro; finalmente cayó en cuenta de que, en el momento en el que pudo llamar al rubio oficialmente su pareja, Uzui, por primera vez, se sintió verdaderamente afortunado.

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No sé, los drabbles no son lo mío, pero estoy satisfecha con este(?.

Fue un arranque de la otp, suele pasarme ah.