Frente a mis ojos; uno de los traficantes de drogas más buscados del país yacía en el suelo en un charco de sangre, con casi todo el cuerpo destrozado tras una dolorosa tortura; regalo de uno de mis hombres de confianza: Chase Lam, alias Akuma
-¿Puedo jugar con él, jefe? -Sus palabras salieron con más emoción de la que me habría imaginado, ¿cómo negarme a eso? Después de todo, era mi hombre de confianza y la persona más cercana a mí después de mi hermano.
Asentí levemente dándole a entender que podía proceder, ya habíamos obtenido la información que necesitábamos, así que el sujeto ya no nos servía para nada y honestamente no le haría falta a la sociedad, de hecho, esta misma nos agradecería luego.
Pude notar la felicidad en el rostro de Chase cuando obtuvo mi aprobación, sin embargo, su expresión mudó cuando el sujeto dejó de respirar de pronto, supuse que no pudo aguantar el dolor.
Mi compañero soltó un sonoro bufido y lanzó una patada al aire, lo cual me causó un poco de gracia.
-Prometo que el próximo será todo tuyo -le dije. Su mirada viajó hasta mí y seguido a eso, me dedicó una sonrisa.
Dejamos las partes del cuerpo regadas en el lugar para que sirviera de advertencia a todo aquel que se atreviese a desafiarnos. No somos simples criminales, desde hace años estamos en la mira de todos los delincuentes de este país ¿por qué? Simple, Némesis se encargaba de limpiar el país de esas lacras. El mundo está lleno de ladrones, traficantes, violadores, proxenetas, etc. Nuestro trabajo es acabar con todos ellos, sin importar el costo a pagar por tal osadía.
Nuestra organización está conformada por los peores criminales de la historia pero con la diferencia de que jamás dañamos a gente inocente; como había dicho nuestro jefe, somos una especie de Robin Hood, le robamos a los corruptos y traficantes, asesinamos a violadores y proxenetas, y hacemos justicia por lo débiles. Nuestro único objetivo es limpiar el país. No lo niego, también nos enriquecemos con todo lo que robamos, pero gran parte del dinero es destinado a caridad.
Al terminar con el trabajo, Chase y yo nos dirigimos a "la guarida", como solíamos llamarle. A la primera persona que pude ver al entrar, era mi menos favorita: Dallas Morton
Apenas pudo vernos, se dirigió a nosotros con la sonrisa más fingida del mundo dibujada en los labios y habló -Jethro está contento de que hayan cumplido la misión con éxito -dijo con su típico tono de superioridad, como si nadie supiera que le lame los huevos a su hermano mayor.
Dallas Morton, uno de los hijos de puta más grande de la nación junto a su hermano, Jethro Morton; crearon la facción y se encargan de reclutar a las personas más adecuadas para Némesis. Los miembros son reclutadas a temprana edad, luego son sometidos a entrenamientos rigurosos con el fin de especializarlos en algún área específica, donde pasarán a trabajar más adelante; tenemos médicos, fiscales, abogados, arquitectos, etcétera. Todos estudiaron en las mejores universidades del país, pero el precio a pagar es tener una doble vida, todos estamos condenados a ser unos asesinos.
-Bien -Dí media vuelta y me dispuse a salir de la guarida, no me importó dejar al lame huevos hablando solo. No podía seguir ni un minuto más en ese lugar, después de varios días persiguiendo a ese hijo de puta lo único que deseaba en ese momento era darme una ducha y luego dormir en mi cama.
-Jefe, espérame -la molesta voz de Chase se hizo presente, con pasos apresurados se posicionó a mi lado y pude ver por el rabillo de mis ojos una de sus miradas de súplica.
-No. -Mi tono de voz salió más serio de lo que me había propuesto, tal vez era lo mejor, ya que sabía exactamente lo que él me pediría.
-Vamos, no he dicho nada aún. -Me dedicó una sonrisa divertida.
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Némesis
Novela JuvenilNémesis. Libro I Ethan Crawford vive atormentado por los recuerdos de una mujer, a quien causó daños irreparables en el pasado. Los años no lograron borrarla de su mente, y pronto se verá en una encrucijada cuándo esta persona vuelve y terminan t...