Capítulo 5: cigarrillo.

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10 años atrás

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10 años atrás...

Remy estuvo llorando en el baño durante mucho tiempo, no supo cuánto tiempo había pasado hasta que se levantó y se fue hacia su salón.

Antes de que pudiera llegar al aula, su profesora apareció detrás de él.

—¿Dónde te habías metido? Ya son más de las once —preguntó la mujer, mientras lo agarraba del brazo, entrando al salón—. Remy, ¿qué te pasó? Mira tu ropa.

Adentro del salón estaban sus compañeros haciendo deberes, solamente algunos levantaron la mirada y lo vieron, y él los reconoció.

—Profe, unos niños me encerraron en el baño... —empezó el menor, sintiendo como si voz se iba partiendo—. Y me arrojaron basura encima, y se fueron.

La profesora inspeccionó al chico para ver si había alguna marca o moretón en su cuerpo.

—¿Quiénes fueron? —interrogó la mujer.

Remy bajó la miraba y negó.

—Remy, tienes que decirme quién fue, es mi deber como profesora informar de abuso escolar —Remy se mordió el labio y miró aquella mujer.

La profesora le dijo que podía confiar en ella, y luego de eso él le dijo quiénes habían sido aquellos niños. La lista la encabezaba Ezequiel y Cary, mientras que otros niños que había visto en el baño no estaba en ese salón.

La profesora lo miró y le dijo que todo estaría bien, ella llamó a los agresores y los sacó del salón y se los llevó a dirección. Remy se quedó sentado en el asiento de su profesora.

Ya el timbre de salida había sonado y Remy tenía miedo de salir, los niños que se habían llevado no habían vuelto y tenía miedo de que estuvieran esperándolo

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Ya el timbre de salida había sonado y Remy tenía miedo de salir, los niños que se habían llevado no habían vuelto y tenía miedo de que estuvieran esperándolo.

Se colgó su mochila de su hombro y se fue caminando con cautela por el pasillo del instituto. Pensando en qué le diría a sus padre cuando lo vieran en esas fachadas.

Estuvo a punto de salir del edificio cuando alguien lo jalo del hombro.

—¿Adónde vas, Remy? —Ezequiel lo miraba con el ceño fruncido.

—Lejos de ti.

Ezequiel solo río y miró a quien se encontraba a su lado, Cary. Aquella niña lo miraba con los brazos cruzados.

Remy intentó zafarse del agarre de Ezequiel e irse, pero solo logró que lo apretará más fuerte.

—Remy, Remy... es así como te llamas, ¿no? ¿O debería llamarte sapo? —los dos niños rieron en complicidad, mientras que Cary sacaba una caja de cigarrillos de su bolsillo.

—Porque eres un maldito chismoso, deberías llamarte sapo —escupió con ira aquella chica, mientras encendía el cigarrillo y le daba una calada profunda.

Remy miró aquello con horror, lo niños no fumaban, ¿acaso Cary estaba loca? Intentó seguir forcejeando pero fue inútil.

—Suéltame, me tengo ir.

—No, no. Todavía no te vas a ir, te vamos a decir lo que le pasa a los chismosos —Ezequiel agarró por el cuello a Remy, comenzando a apretarlo.

Ahora las mejillas de Remy estaban empapadas de lágrimas.

—N-no, basta. ¡Ayuda, suéltame!

—De donde vengo, a los chismosos les cortan la lengua —explicó Cary—. Pero no tenemos tiempo para eso, así que pensamos algo mejor.

Ezequiel golpeó el estómago de Remy haciendo que se retorciera, aprovechó aquello y apretó más su agarre en su garganta y abrió la boca del menor con una mano.

—¿Qué haces? ¡Suéltame, suéltame!

—Te callas, maldita sea —ordenó Ezequiel—. Pásate el cigarro, Cary.

La chica hizo lo que ordenó Ezequiel, pasandole el cigarrillo al menor y él lo tomó con las manos temblorosas.

—Te enseñaré con quien te debes meter, y a quien debes respetar...

Seguido de eso, Ezequiel procedió a aplastar el cigarrillo en la lengua de Remy, cerrando la boca del chico mientas lo seguía apretando del cuello. Remy reprimió un grito de dolor al sentir como su lengua quemaba en su boca, y al no poder abrir su cavidad bucal, fue obligado a tragarse el cigarrillo.

Los dos niños sostenían a Remy mientras se retorcía de dolor. Y él no pudo hacer nada.

Remy [Tortura Mórbida #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora