No paro de pensar en él... tiene esa nostalgia que no me deja soltarlo, tiene ese veneno que es tan seductor, esa tristeza que es infinita y esa felicidad que aparece inesperadamente. No paro de buscar entenderlo, de maquinar en las formas de actuar, de pensar en lo importante que es. Parece que se burla de mí, parece que no nos entendiese, que es egoísta, arrogante, soberbio e incluso se podría pensar en que busca matarnos.
¿Pero qué es? ¿Quién es? ¿Por qué es así?
Algunos dicen que fue una invención nuestra, otros que nacimos de él, y hay quienes dicen que ni siquiera existe, ja. Claramente no tengo la respuesta de nada, ni siquiera a mis preguntas, pero sí lo siento mucho y me lo cuestiono todo el tiempo, me lo replanteo constantemente y por eso creo que quiero tratar de compartir lo que él hizo conmigo.
Les voy a hablar sobre un viejo amigo que a pesar de que no lo entiendo, de que me lastima mucho, de que a veces se olvida de mí, yo lo tengo muy presente y le agradezco mucho. Espero que me acompañe un rato más.
Él es raro, siempre tuvo muchos problemas desde que existió, un incomprendido para muchos. De alguna manera logró conocer a muchísima gente (a pesar de su poca comunicación) y así fue como supo hacerse tanto amigo de las personas, los animales, las plantas, y hasta de la mismísima soledad. Sufrió mucho por la indiferencia, a veces se sentía marginado, a veces ignorado, a veces hasta llegó a pensar que no existía realmente... en eso nos parecemos bastante. Pero hay algo en el que a pesar de que lo quiero y lo pienso todo el tiempo, hay algo que no me permite terminar de entenderlo y que por algún motivo siempre termina en segundo plano, aunque siempre recuerde lo importante que es. Es un poco pesado, está siempre ahí, está presente y no para de recordarlo, tiene un control importante en el día a día de todos, es como un ser omnipresente. Lo peor de todo es que es tan efímero y tan veloz que muchas veces ni siquiera logro verlo, no logro sentirlo, no logro disfrutarlo. Pero no solo es pesado por lo rápido que es, sino también por lo lento, a veces demora en todo lo que hace, parece que fuese a propósito, se pone en un estado que es insoportable. Pareciese que fuéramos grandes amigos por como puedo hablar sobre él, pero en realidad ni siquiera sé si somos amigos, tenemos una relación un poco confusa, llena de sentimientos y emociones de por medio, bah, como cualquier relación, cualquier vínculo, cualquier unión.
Me tiene cansado, me tiene tirado y parece que hasta disfruta hacerlo, es como si él no sintiese las cosas que genera, hay algo de la famosa responsabilidad afectiva que él claramente no entiende... Bueno, a decir verdad, yo trato de entenderla, pero también se me dificulta. Siempre que me relaciono con otras personas él es tema de hablar, le encanta ser el centro de atención, y lo peor de todo es que por mas boludo que se haga, esta ahí, presente, mirando y escuchando todo como si realmente le importase algo, cinismo puro. Ah, tampoco entiende muchas cosas eh, parece que se hace el desinteresado, pero realmente nunca le saque la ficha si es así por elección o por las condiciones que tiene. Digo, seria despiadado de mi parte asumir la forma de actuar de él, cuando ni siquiera se que lo llevo a ser así. Un poco lo que pasa con la gente... el prejuicio que solemos tener por solo ver lo visible y olvidarnos de la mochila que carga. En fin, ya no quiero hablar mas de él porque entre tanto texto que escribo, pasó por mi casa y se fue sin avisarme (otra vez). Podría hablar mucho más y contarles anécdotas, pero sería innecesario, ustedes también lo conocen y seguro les hace lo mismo. Después de todo, no somos muy distintos a él ... Creo que sería positivo darle un poco mas de bola, aunque él no nos la de, al fin y al cabo, siempre está para nosotros, aunque se nos vaya, aunque lo desperdiciemos, aunque lo extrañemos. Somos eso, somos parte de él y vivimos con él, no podemos alejarnos, ni el de nosotros, tenemos que aprender a llevarlo de la manera en que creamos correcta, no lastimarlo, no ignorarlo, no pensar en que es malo, porque la única realidad es que nosotros hacemos con él lo que nos plazca, lo que sintamos y lo que nos salga, él esta ahí, siempre, para nosotros en cada momento y en cada instante. El es instante. Él es momento, es memoria, es el hoy.
Él es el tiempo.
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