Caminaba mirando al cielo y dando pasos ciegamente entre el pasto que parecía no ser podado por semanas, sentía un ligero viento frío chocar en mis mejillas, la luz de la Luna era tan clara que me era posible mirar más allá de un par de metros, pero de qué me servía saber eso si sólo caminaba mirando las estrellas.
El sonido que producía la naturaleza en mi entorno era acogedor, sonidos diferentes, hojas moviéndose y árboles bailando al ritmo de los grillos. Tenía miedo de caer a cada paso que daba, sentía la tierra en partes suave y en otras parecía caminar entre rocas, pero jamás desaparecía la sensación del pasto chocando con mis piernas descubiertas por un vestido blanco que llegaba a la mitad de mis muslos. Mi pelo suelto se meneaba sutilmente, en mis manos sostenía algo, no sabía que era simplemente sentí como si tuviera en ellas algo, algo que no tenía el mínimo interés de saber que era. Las estrellas parpadeaban una tras otra, abría y cerraba los ojos con lentitud como si estos no quisieran volverse a abrir después de cerrarlos, respiraba profundamente como si de suspiros se trataran. Cerré y abrí los ojos, algo nuevo estaba pasando en aquel cielo sin nubes y tupido de estrellas, un enorme destello se hizo presente, como al prender un foco en la oscuridad, pero sólo fueron unos segundos, segada por aquel brillo buscaba encontrar las estrellas, pero no veía más que una profunda oscuridad cómo si estás jamás hubiesen estado en el cielo.
Cerré los ojos y sin dejar de caminar susurré a los cielos...
"Donde está mi estrella"
Bostecé y un sentimiento de tristeza se hizo presente, un par de lágrimas rodaron por mis mejillas, abrí los ojos y aparecieron poco a poco las estrellas, pero algo peculiar había pasado; la estrella que seguía había desaparecido.
Me detuve, un escalofrío recorrió cada parte de mi cuerpo y todo quedó en silencio, hasta que empecé escuchar el sonido de mis lagrimas cayendo sobre el pasto, extendí mi brazo hacia el cielo y con la mano trataba de buscar aquella estrella perdida soltando lo que sostenía en ella, de pronto algo empezó a descender del cielo, una pequeña luz que bailaba en círculos, hasta que aterrizo en mi mano, en seguida la atrape, pero esta no trato de escapar. Empecé a sentirme ligera tal como una brisa, mi cuerpo se dejaba de sentir pesado, como si empezará a flotar, mis ojos se cerraban sin poder evitarlo, di un par de pasos y caí al suelo, unos minutos después abrí los ojos, estaba boca arriba mirando la infinidad del universo, tendida sobre el pasto, no sentía frío, pero sentía mi cuerpo algo húmedo por el rocío. Me sentía relajada, tenía los brazos extendidos y aún en la mano aquella luz, abrí mi mano y está se elevó un par de metros hasta que se apagó, en seguida miles de ellas empezaron a salir del pasto...
Se trataba de luciérnagas, hermosas luciérnagas bailando a mi alrededor, una gota cayó sobre mis labios, di un enorme suspiro y dejé que está humedeciera mis labios, después los relamí. Una melodía empezó a escucharse, sutil y delicada... Gotas cayendo sobre el pasto, sentí como cada parte de mi se inundaba y poco a poco me sumergía en el agua. las luciérnagas seguían danzando, mi cuerpo empezó a soltarse en la profundidad, no dejaba de hundirme y poco a poco las luces desaparecían y se convirtió todo en oscuridad, cerré los ojos. Cuando los abrí estaba abrazando una tumba fría, el sol estaba saliendo y tenía una rosa roja en las manos, limpié mis lágrimas, dejé la rosa sobre la tumba, me puse de pie y regresé a casa, me acosté y dormí. Al despertar, el sol estaba ocultándose y la profunda noche se hacía presente, mire al otro lado de la cama y un par de pétalos de rosa estaban donde solía dormir.
Uno de ellos tenía un pequeño grabado...
"Siempre serás mi estrella favorita entre las rosas"
Sin darme cuenta tenia algo atrapado en una de mis manos, la abrí temerosa y solté lo que tenía atrapado, era una hermosa luciérnaga que voló por mi habitación y una sobra blanca seguía su volar hasta que la luciérnaga salió por la venta, aquella sombra se paro unos minutos frente a la ventana, me puse de pie y me acerque a ella lo más que pude, me quede paralizada al ver su rostro, paso su mano sobre mi mejilla limpiando mis lágrimas, me dio un beso en la frente y dibujando una sonrisa siguió el camino de la luciérnaga que para entonces ya se había perdido en el cielo.
Vi cómo se desvanecía en lo alto y susurré:
"Adiós Mamá"
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Sueños de Rosas
RomanceUn sueño que te puede cambiar la vida y aprender muchas cosas sobre ella.