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Byul jamás pensó que una semana podría ser tan larga como esa.

Ahora que su vínculo con YongSun se había fortalecido, también lo había hecho su necesidad por tenerla cerca. Pero no podía ir a verla... Ella había notado siempre la ilusión de WheeIn al hablar de su mayor anhelo, y el brillo de sus ojos cuando finalmente SungJin le propuso matrimonio. Definitivamente si su boda no era autorizada, la pelirroja sería muy infeliz. Byul estaba segura de que MinSeok cumpliría su amenaza y ella no quería que su mejor amiga saliera afectada con todo eso, pero cada día era más difícil reprimir el deseo que sentía desesperadamente por ver a YongSun...

-¿Byul? ¿estás bien? -preguntó WheeIn al ver a su amiga, quien miraba distraídamente hacia el frente.

-Sí... Bueno, realmente no demasiado... Quiero ver a Sunnie. -dijo antes de soltar un lento y pesado suspiro.

-¿Es por lo que te dijo MinSeok? -dijo angustiada, puesto que conocía detalladamente la historia. La mayor asintió.

-Aún no entiendo cómo fue que se enteró... Debe buscar algo más interesante que hacer además de complicarme la vida. -miró a la pelirroja. -¿De verdad no se lo dijiste tú?

-Ya te dije que no. Prometí no meterme en tus líos, ni para bien ni para mal, así que no. Yo no se lo dije.

-¿Entonces cómo pudo saberlo? No lo entiendo... Nadie más sabe de mis visitas a la ciudad.

-Eso es lo que crees. Tal parece que hay alguien más que lo sabe, deberías poner atención a tu alrededor, talvez alguien esté vigilandote.

-Eso sería el colmo. MinSeok dijo que no iba a vigilarme...

WheeIn se encogió de hombros. -Bueno, se trata de MinSeok después de todo. Yo no me confiaría de sus palabras.

La pelinegra suspiró de nuevo. -Supongo que tienes razón... -ninguna habló por un corto lapso hasta que Byul rompió el silencio.

-WheeIn... -dijo de repente y con disumulo miró a su alrededor. -No sé cuánto tiempo más podré soportar... Así que quiero disculparme de antemano. -mientras hablaba sus ojos estaban fijos en lo de la pelirroja, que sólo la miraba y asintió despacio, con fingida tristeza. -Es un hecho que tu boda no se llevará a cabo si MinSeok descubre que voy a la ciudad... Por eso he intentado resistirme a mis impulsos, pero no soy tan fuerte... -bajó la mirada y agudizó el oído. -Tengo que ir a la ciudad... -se levantó y WheeIn no la detuvo. La pelinegra permaneció unos segundos de pie y en silencio, no fue hasta que escuchó pasos que se alejaban con lentitud, que levantó rápidamente la mirada y corrió hasta el origen del ruido, a pocos metros de ellas encontró a JiSoo que estaba espiándolas.

-¿Qué hacías aquí?- preguntó Byul, furiosa.

-Estabas escuchando, ¿no es así? -preguntó WheeIn acercándose. -¿Para qué? ¿Ibas a decírselo a MinSeok?

JiSoo sonrió. -¿Y qué si es así?

La hija de los líderes gruñó. -¿Qué es lo que ganas con eso?

-Absolutamente nada, y no necesito ganarlo. Lo hago por lealtad, además... MinSeok es mi amigo y al igual que él me preocupa que termines involucrando al clan por seguir con tus irracionales jueguitos, Byul.

La nombrada miró a su amiga, pidiéndole en silencio permiso para desahogar su furia contra la otra chica. No era la mejor idea puesto que no estaban en un área demasiado apartada y varios miembros del clan iban a verlas, por lo que la pelirroja negó haciendo suspirar a Byul. -No tengo por qué explicarte a ti, así que sólo voy a pedirte que dejes de involucrarte. Como has dicho, no ganas nada, pero sí que puedes perder. -dijo conteniendo con dificultad su enojo y se giró para alejarse, pero la voz de JiSoo la detuvo.

-Voy a seguir involucrandome hasta que MinSeok me pida que deje de hacerlo. -dijo con altanería. -Mientras tanto, seguiré evitando que salgas de la isla, y voy a descubrir también tu motivo para ir a la ciudad. -Amenazó con una sonrisa divertida.

Moonbyul mandó al diablo su autocontrol y se giró dispuesta a golpear a la menor, sin embargo ésta evitó el golpe y al girar logró pegar con su codo a la mandíbula de la pelinegra, que rápidamente devolvió el golpe, acertando con su puño en el vientre de JiSoo. Ninguna de las dos se doblegó y se desató una lluvia de atinados golpes y duras patadas. Un combate digno de una exhibición de Kung fu, con la excepción de que peleaban con el propósito de atacar en lugar de sólo defenderse. Varios espectadores se habían agrupado alrededor y aunque algunos trataron de separarlas, desisitieron luego de fallar y recibir un par de golpes.

-¡Es suficiente! -Todos se apartaron al escuchar el grito fuerte y firme de MinSeok.

Las chicas se detuvieron, no obstante mantuvo la una su mano en el cuello de la otra, mutuamente. El hijo de los líderes se acercó aparentemente tranquilo. Miró con furia contenida a la dos vampiresas frente a él. -ByulYi, sueltala. -Ordenó con su voz llena de autoridad. La pelinegra no obedeció, por el contrario apretó su agarre en el cuello de la menor. MinSeok miró a su amiga y le asintió a lo que ella, obedientemente, aunque de manera lenta, liberó el cuello de Byul y bajó la mano. -ByulYi, no te lo diré de nuevo. -Moonbyul se mantuvo mirando con rabia los ojos de JiSoo, quien en ese momento la miraba con disimulada burla. La pelinegra apretó los dientes deseando estrangularla, mas ante la imponente mirada de su hermano, se vio obligada a soltar el cuello de la chica.

MinSeok se giró para mirar a los miembros del clan. -Ni una palabra sobre esto, ¿escucharon? -todos asintieron y se dispersaron. -Debes agradecer que papá y mamá están fuera de la isla, porque si no fuera así ya estarías metida en un gran problema, ByulYi. Ahora -miró alternadamente a su hermana y a JiSoo. -¿Quieren explicarme por qué peleaban?

-Ella me atacó, yo sólo me defendí. -Acusó la menor.

-Si quieres espiarme, la próxima vez asegurate al menos de que tu fuente no sea tan fácil de descubrir, MinSeok. -dijo la pelinegra mirando a su hermano y sin más se alejó junto a WheeIn.


Continuará...

Dark side of the moon (Moonsun) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora