Labios en código

409 34 35
                                    

Katsuki no era muy fan de salir de fiesta.

Aunque no parecía, no le gustaba nada ese ambiente. La música le molestaba los oídos, las luces parpadeantes le eran muy incómodas y ni siquiera disfrutaba de salir.

O eso decía, ya que en realidad el problema era otro, pero le parecía tan ridículo que nunca lo mencionaba.

Bakugou Katsuki no sabía bailar.

Era algo que le avergonzaba mucho decir así que sólo decía que no le gustaba ir o que no le gustaba el ambiente. Cómo no sabía hacer algo tan tonto? Hasta él mismo se lo preguntaba, realmente le gustaba mucho la idea de salir, lo había hecho antes y bailar al parecer era sólo moverse, ni siquiera tenía ciencia, pero él simplemente no tenía ritmo, parecía que tenía dos pies izquierdos.

Era ágil para todo menos para eso, y le golpeaba el ego no saber hacerlo porque parecía ridículamente fácil pero si lo intentaba se quedaba en blanco. Todo eso hasta que conoció a Eijiro Kirishima, fiestero de todo a todo, hígado hecho mierda por tanto alcohol desde tan joven y, según sus amigos, excelente bailarín.

Estaba muy empeñado en ir con Katsuki a bailar, le gustaba mucho hacerlo con quien fuera, igualmente se divertía bastante, pero la idea de estar más cerca de su mejor amigo y bailar con él era más divertido y más fuerte que el deseo de bailar con cualquier otra persona en el mundo. Todo esto porque obviamente Katsuki le gustaba.

Al ser mejores amigos Eijiro conocía casi todo de Katsuki, así que obviamente conocía sus gustos musicales. Esto lo llevó a organizar un plan para llevar a Katsuki de fiesta con él y enseñarle que podía divertirse si lo intentaba, ya que obviamente también sabía que Katsuki no disfrutaba las fiestas. Igual él ya había despertado ese gusto en muchos de sus amigos, iba a poder con Katsuki también.

–vaaaaamos, te juro que será divertido, si no lo es te debo lo que quieras, te invito a cenar, pago la pizza la próxima vez– ahí estaba Eijiro en una de sus muchas noches de pijamadas con Katsuki casi rogándole a su mejor amigo que fuera con él. Quería ver si aceptaba antes de dar a conocer su plan, pero no obtenía respuesta positivas.

–Ya te dije que no, no me gusta ir de fiesta y ya lo sabes. Me estresa– largó un suspiro, la verdad si tenía ganas de ir, pero no iba a hacerlo. Si iban solos los dos sería más difícil pasar desapercibido –por qué no sólo nos quedamos aquí como siempre? Creí que te gustaba hacer eso– Eijiro y Katsuki tenían esta tradición de hacer noches de películas o videojuegos cada sábado, pedir pizza y papas fritas y pasar la noche juntos, lo normal si tienes un amigo tan cercano que vive en una habitación que está muy cerca a la tuya, sólo que ellos parecían sentir algo más, y sentían la necesidad de pasar tiempo juntos. Sabían que había algo pero no se lo decían. Había cariños y ocasionales besos en la frente, pero nunca otra cosa o un acuerdo con palabras. No necesitaban un "Qué somos?", no necesitaban nada, sólo a ellos mismos.

y la verdad por esto mismo se sentía algo dolido ya que Eijiro estaba planeando tomar su próximo sábado de películas para ir a un festival de música que se organizaba ese día.

–Nono, Bakubro, no te confundas. Si me gusta quedarme aquí contigo, pero quiero ir a ese festival y pensé que ir contigo lo haría mil veces mejor– ahí estaba esa sonrisa de ángel a la que no podía negarle nada. Como odiaba que hiciera eso, su corazón se derretía al verlo así, pero no quería demostrárselo. Katsuki había aprendido a vivir con su crush en Kirishima gracias a su reciente cercanía, por lo que no le molestaba, pero si ponía esa cara le daban ganas de regalarle el mundo entero y no podía negarse a nada –Además, habrán muchas noches de películas, no hay muchos festivales así aquí... Por favoooor– le estaba haciendo la cara de nuevo, no iba a poder negarse así. Igualmente decidió que no lo haría, no pensaba hacer algo así.

ONE SHOTS  🌼< K I R I B A K U >🌼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora