La voz.

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El baño que nos dimos en el estanque fue de lo mejor que he hecho en estos últimos meses. Sin duda. Si no fuera por el hecho de que nos tenemos que ir mañana en la mañana... no sé como lo puede tomar Laila. No se mostró preocupada cuando se lo dije, pero puede cambiar de opinión y eso no me gusta.

Nunca me ha gustado mucho tener que decirle adiós a las personas, al menos no a las que me agradan... Ya no quiero pasar por algo así. Al menos con ella sabré que esta bien y que no la pueden lastimar...

¿Acaso ya me agrada esta chica tetona? ¡No lo puedo creer!

Bueno, supongo que así son las cosas entonces, tampoco tengo muchas amigas que digamos. Sin duda ella sería la más rara de todas.

Ahora mismo estamos en la cabaña de Laila. Connor y yo dormiremos juntos del otro lado de las cortinas, Laila dormirá sobre su montón de trapos y rodeada de sus comodidades.

-¿Te preocupa algo? -pregunto a Connor. Lo veo muy distraído desde que nos bañamos-. Oye, si es porque te tuviste que ir del otro lado de la roca no deberías de estar enojado, te di tu oportunidad y me dijiste que no estaba lista.

-Sí, lo sé. Lo dije, pero no es eso lo que me preocupa... son otras cosas por las que pasamos los chicos.

Hubiera pensado que ahora se debatía entre quedarse conmigo o con Laila, pero me sonrió de esa forma cariñosa con la que me suele ver y llegué a la conclusión de que es algo más serio de lo que parece.

Dirigí mi cara a la suya para darle un beso y él lo recibió con mucho gusto.

-Solo me fui un momento y ustedes ya pensaban en aparearse en mi casa... que asco.

Yo retrocedí rápidamente con un ardor en mi cara. Connor solo me miró con gracia.

-Es algo normal entre parejas hacer este tipo de cosas -expliqué.

-Tu olor es muy intenso ahora mismo, se nota cuanto deseas hacerlo -Laila se sentó en su "cama".

Llevo algún tiempo con Connor, pero que alguien diga mis deseos en voz alta y en presencia de mi novio no me gusta nada.

Connor desvió su mirada a otro lado, se nota sonrojado.

-Mejor hablemos de los recursos disponibles para nosotros mañana. Tenemos que movernos rápido para que nos encuentren -Cambié el tema de conversación.

-No se preocupen mucho por eso, cuando se alejen más de diez kilómetros recuperan la señal de sus brazaletes -Una voz se escuchó en mi cabeza, pero por su forma de hablar seguro que los demás la escucharon.

-¡Viniste! -Laila se levantó rápidamente y abrió una gran puerta del tamaño de la pared.

-No esperaba verte de nuevo -mencionó Connor levantándose para saludar.

-Quería ayudar un poco más de lo que puedo -Lo miré con intriga-.Por eso les traje esto.

Una de sus colas se acercó a su hocico y el mordió la punta para arrancar un pedazo de la misma. Laila casi se desmaya al ver esa acción, pero la cola volvió a crecer.

-¿La punta de tu cola? -Connor preguntó confundido.

-Correcto, una parte de mí. Eso puede ayudar a que las personas que más aprecian puedan mantenerse a salvo.

Él volteó a ver a Connor, como si eso que dijera se lo hubiera dedicado a algo que solo ellos conocen.

-Ya veo -Connor lo tomó con sus manos.

Y un segundo después ese pedazo de cola se comenzó a mover. Algo que sin duda da miedo.

-¡¿Que es eso?! -gritó Laila con emoción.

GOD EATER: The God Arc.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora