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El hecho de tener que ensayar para una presentación en su universidad, lo molestaba. Después de todo no había aceptado en cierto punto, el haber sido elegido para una presentación musical. Amaba bailar, pero solo deseaba descansar un poco más.

Sabía que al tener eso en cuenta. Muchos de los estudiantes entregaron volantines presumiendo su próxima presentación, algo que lo hacía apenarse y estresarse ante la presión se las grandes expectativas que cargaban todos.

Suspiro sentandose en el suelo, abriendo ambas piernas para tocar con la llena de sus dedos la punta de una de ellas. Sentía la tensión en su espalda a falta de ejercicio.

Aunque se sentía orgulloso de evitar un accidente entre un chico y un auto, se arrepentia la forma en que lo hizo, siendo él quien recibió el golpe, dañando la tibia de su pierna izquierda.

Por aquel acto, había ganado cierta popularidad más alta. Antes solo era reconocido por asistir al club de danza, pero ahora el asombroso bailarín quien a salvado a uno de los estudiantes. Era un poco... molesto.

Enderezó su espalda, pasa tomar aire y hacer lo mismo con su otra pierna.

Cerro sus ojos recordando el tener que conseguir otra trabajó, estuvo en reposo obligatorio por casi un mes, y aquel hecho simplemente no le agrado a quien era su jefe, despidiéndolo después de una semana.

Y por muy mal que se escuchara, se quejaba el hecho de haberse perdido la oportunidad de oro de disfrutar del fabuloso cuerpo del líder del equipo de fútbol de la universidad.

— Suerte de mierda... — susurro molesto recostandose con delicadeza en el suelo. Al menos tenía el apoyo económico de sus padres aún, quienes lo ayudaron a conseguír un lindo y amplio departamento.

— ¿Jimin? — escucho la melodiosa voz de una chica, algo que lo hizo enderezarse y mirar hacia aquella dirección.

— Mi-Suk — sonrió un poco fingido, sabiendo a qué venía, y a decir verdad, gracias a aquello había dejado de beber hasta olvidar quién era.

Ella solamente entro a la sala de ensayo tomando su brazo obligandolo a ponerse de pie. Son decirle nada, lo obligó a entrar al vestíbulo, dónde al verlo sentado, se dejó caer de rodillas frente él, comenzando a bajar sus ropas.

Cerro sus ojos algo molesto, no quería aquello, pero si decía algo, la chica podría meterlo en alguno que otro problema, y prefería solo dejarse manipular por la mujer. Aunque a decir verdad, se podría decir que Mi-Suk era una especie de amante, quien tenía una afición por tener siempre algo en la boca, pero utilizaba aquello haciéndo actos no tan puros.

Solo pudo apretar sus ojos al sentir la calidad de la chica cubrirle por completo, no podía negarse, había hecho un especie de trato con ella sobre el ayudarla con su problema y bueno, el "disfrutar" la atencion en su entrepierna.

Aunque en si, prefería ver a un chico entre sus piernas, no negaba que era buena haciendo ese tipo de cosas, y bueno, si se basaba en olvidar que era ella, imaginando alguna otra persona, lo podía disfrutar hasta cierto punto.

Después de algunos minutos, llegó al orgasmo, no era algo fuerte, pero al menos el sonido de la chica tragando aquel líquido caliente, la hacía levantarse y míralos con una sonrisa algo extraña.

— Jiminsshi, te extrañe — sonrió de manera socorrona, algo típico de ella — pero será la última vez que podremos jugar, después de todo, he iniciado una linda y formal relacion — tomo su bolso que había dejado caer al suelo, para sonreír y darse la vuelta, saliendo del vestíbulo.

Sin saber realmente que hacer o decir, se levantó limpiando con papel los restos de fluidos, para salir de ahí con sus cosas en mano y la ropa acomodada. Bufo un poco molestó consigo mismo al darse cuenta que en no había hecha nada más que estirar sus articulaciones.

ꜱᴀʟᴛᴀ, ᴄᴏᴍᴏ ᴇʟ ᴀɴᴅᴀʀ ᴅᴇ ᴜɴ ᴄᴏɴᴇᴊᴏ ʸᵐDonde viven las historias. Descúbrelo ahora