Capítulo 7

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En algún lugar destruido, a las afueras de Moscú...

Devlin se volvió lentamente hacia Alexey, que trataba de incorporarse con dificultad y miraba a su alrededor sin entender nada.

—Estate quieto, Ivanov, parece mentira que todavía haya que decírtelo —refunfuñó Devlin—. No me he molestado en salvarte la vida para nada.

Alexey clavó sus ojos en el hombre que le acompañaba, rebuscando en su memoria, tratando de reconocer su cara. Tras unos minutos en los que miró a Devlin como si no le conociera, el reconocimiento se fijó en sus ojos. Ah, era él. De nuevo. Si bien Alexey era difícil de matar como se había demostrado en diversas ocasiones, también Devlin lo era. A pesar de ello, Alexey no recordaba nada más después de haber atado a Ilya y que Arisha estuviera torturándolo para sacar la información que llevaba años necesitando, por lo que no tuvo más remedio que preguntar a su... ¿Enemigo? ¿Realmente seguían siéndolo? Dejo que su cuerpo quedase tumbado sobre el duro suelo, siguiendo las indicaciones de Devlin.

—¿Qué demonios ha pasado? No recuerdo nada desde... —repasó en su memoria lo último que recordaba— Desde que Arisha estaba torturando a Ilya.

—En un breve resumen: Ilya está muerto, hemos quedado sepultados en la casa cuando se derrumbó justo mientras tratábamos de sacarte inconsciente de aquí...

—Espera, ¿qué? ¿Dónde está Arisha?

Devlin esbozó una leve sonrisa de entendimiento. Claro que él haría esa pregunta primero, el propio Devlin habría hecho lo mismo.

—A eso iba, Ivanov. Arisha está bien —titubeó un momento—. O al menos eso creo. Pero ella debe creer que estamos muertos. Hay que salir de aquí cuanto antes, ¿quién sabe lo que podría hacer esa mujer si piensa que estamos todos muertos?

Devlin clavó su mirada gris en Alexey. ¡Claro! Él no sabía lo de Lena. Estaba inconsciente cuando ellos se enteraron. Su mirada se tornó triste, una tristeza sin límite barría sus facciones.

—Lena también ha muerto, Alex.

La boca de Alexey se abrió formando una O prácticamente perfecta a la par que lo hicieron sus ojos. ¿Lena? ¿La dura y fuerte Lena muerta? No podía ser. Era tan joven... Ella no merecía morir.

—Olya la mató —contestó Devlin la pregunta no formulada del otro, con su voz llena de rabia—. Y clavó su cabeza en una estaca en la entrada de la casa —sacudió fuertemente la cabeza, tratando de evitar que las imágenes que había formado su cabeza se borrasen.

—Maldita zorra... —Alexey elevó su mirada hacia Devlin, sin moverse aún del suelo—. Lo siento mucho, Devlin —dijo con verdadera pena.

Devlin asintió con la cabeza. Tras aquel intercambio de palabras, los dos permanecieron en silencio un rato, tratando de asimilar todo lo que había sucedido en apenas unas horas.

Alexey aprovechó para mirar a su alrededor, al búnker semiderruido que les servía de casa temporalmente. Se fijó en que detrás de Devlin había una caja fuerte abierta.

—¿Qué hay ahí?

—No tengo ni idea. Acababa de conseguir abrirla cuando te has despertado —Devlin miró la caja de manera pensativa.

—¿Cómo la has abierto?

Devlin soltó una risilla sin rastro de humor, acordándose de la clave de aquella caja y negando con la cabeza.

—Ilya era cínico. Tanto que incluso se volvió previsible. La clave era la fecha de nacimiento de Arisha.

La risa sin humor de Devlin se vio acompañada momentáneamente de la de Alexey, hasta que éste cambió la cara por una de dolor. Hablaba con voz débil, pero estaba fuera de peligro, en principio. Cerró los ojos un momento, tratando de controlar el dolor de su hombro herido. Miró hacia allí de reojo.

—Supongo que debo darte las gracias por salvarme la vida... Otra vez.

—No lo he hecho por ti, Ivanov.

—Ya, eso ya lo sé. Pero, a pesar de todo, me has vuelto a salvar la vida —sacudió la cabeza, volviendo a pensar en la caja—. ¿Vas a mirar lo que hay dentro o qué?

Devlin rio por lo bajo. Alexey nunca se había caracterizado por tener demasiada paciencia, ni tampoco por hablar amablemente, pero tenía razón. Se giró con pesadez hacia allí y sacó lo que había dentro. Las carpetas y papeles, las armas las dejó allí. En aquel momento, no las iban a necesitar.

—Tardaré días en leer todo esto... —dijo en voz baja, hablando más para sí mismo que para Alexey.

—Yo te ayudaré. Puede que esté lisiado, pero aún puedo leer papeles, Devlin, y tardaremos mucho menos.

Devlin asintió. Sin duda, Alexey tenía razón, entre los dos tardarían menos. Realmente, no pensaban encontrar nada útil en aquellos documentos, pero les ayudaba un poco a distraerse y no pensar que estaban allí encerrados y que podrían morir en cualquier momento, por falta de aire, de comida o porque se terminase de derrumbar la casa. Por no hablar de que tenían muchos escombros que quitar para poder salir de allí y no podrían hacerlo hasta que Alexey estuviese medianamente recuperado, por lo que les quedaban largos días allí encerrados, en el mejor de los casos.

Una cosa sí había clara. Ninguno de los dos pensaba rendirse, tenían intención de salir de allí, por ellos y por Arisha, que estaría como loca pensando que los había perdido cuando estaban los dos a salvo y... Bueno, relativamente sanos.

Devlin le pasó unos cuantos papeles a Alexey, que cogió con el brazo bueno y ambos se pusieron a leer, tratando de llenar así todo el tiempo que tenían.

La mayor parte de los documentos sólo eran cifras que ninguno de los dos entendía muy bien puesto que estaban sacadas de contexto. Otros papeles contenían análisis genéticos de los soldados de Ilya, como era evidente, no iba a trabajar para él cualquiera, por supuesto.

Y había otros cuantos papeles que contenían lo que parecían mensajes en clave. Y aquello fue lo que a los dos les interesó más. No entendían el lenguaje, claro, pero ambos eran de sobra inteligentes como para ponerse a tratar de descifrarlo, aunque les llevase días. Era posible que en aquellos papeles hubiese algo de información relativamente útil, por lo que los siguientes días, su vida se convirtió en una rutina. Dormir un poco, comer algo, curar a Alexey, cuya herida cada vez estaba mejor y discutir los diferentes códigos que ambos conocían para tratar de sacar el código de aquellos papeles...

Descubrir aquel código les llevó más tiempo de lo esperado pero, desde luego, había merecido la pena con creces.


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Luces de futuro [LVDP 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora