Nunca pensó que en sus treinta años, masó menos, sentiría miedo de generar una pregunta. Sentía un nudo en la garganta capaz de matarlo; sus manos sudaban de una manera exageradamente estúpida y estaba completamente seguro que lloraría.
Namjoon no podía permitirse ese lujo; tenía que ponerse los pantalones y afrontar sus problemas como todo hombre sentimental.
—¡Hazle la maldita pregunta!—Jeon gritó, los demás asintieron. Todos querían ver al líder de la banda llorar como un niño pequeño.
Un «Malditos desgraciados» salió de sus labios y los demás lo pasaron por alto.
De todas formas, aquellos entrometidos tenían una pizca de razón. Él había mantenido al mayor de todos los presentes en esa posición hace más de diez minutos, todo porque no era capaz de abrir la boca.
—¡Te dije que hagas la maldita pregunta!—Volvió a gritar Jungkook. Este ya se encontraba ansioso y necesitado por ver cómo se desarrollaba la escena.
—¡Jeon Jungkook!—El nombrado se tensó al oír al moreno hablar, bueno, gritar—, Vuelves a abrir la boca y te arrepentirás de haber nacido.
—Ay, bueno señor dramático. Na más decía—Sus brazos se cruzaron demostrando molestia, aunque no estaba enojado; solo quería hacer berrinche—. No digo más nada si te molesta.
—Gracias a Dios. —Yoongi habló, segundos después recibió un golpecito en el hombro a mano de Hoseok.
—Namjonie, ¿Qué sucede que hay tanto misterio? ¿De qué me perdí?—SeokJin sonrió. Por otro lado, el nombrado dejó de sostenerlo por los hombros.
—¿Eh? Bueno...—Rascó su nuca nervioso. Si pudiera salir corriendo lo haría, lástima que tenía a cuatro tontos asegurándose que eso no suceda—. Está pregunta ha estado rondando por mí cabeza por más de medio año y luego de un debate mental que duró medio año más, decidí que era momento de preguntar.
—¿Preguntar qué?
—Yo te puedo responder eso mí chiquito. —Cansados de lo entrometido que era aquel espectador, la 95 line le tapó los labios en un intento desesperado de mantenerlo callado.
Para su buena suerte funcionó.
—Primero que nada, sabes que te amo y amaré el resto de mí vida. Siempre querré tus berrinches, tus metida de pata e incluso soportaré los regaños interminables para verte feliz—Hasta el momento, hallar las palabras correctas parecía fácil, pero no, el cerebro del más alto estaba funcionando a mil por hora y en cualquier momento podría quemarse—. Amo cada uno de tus defectos y virtudes, amo todo de ti.
—No tengo defectos mí amor.
—Dejame terminar y lueguito puedes decir babosadas, ¿Si?
—Eso ofende pero puedes continuar.
—Gracias—Aclaro su garganta aliviado—. Me has hecho ser mejor persona, has reído a mí lado alegrando los peores días, me has demostrado que puedo llegar a depender de alguien y me has enseñado que siempre puedo aprender algo más. Gracias a tí todo es de un color diferente, todo es dulce e incierto a la vez. Haces todo más hermoso—Una caja pequeña de terciopelo fue revelada con miedo. El portador, hincó su rodilla derecha apenado—. Por eso y mucho más... ¿T-Te gustaría casarte conmigo?
El silencio reinó por un tiempo y el moreno comenzaba a ponerse incómodo.
La idea de que iba a recibir un "no" como respuesta se le cruzó por mucho tiempo, pero no creyó que llegaría a doler tanto. Si lo hubiera sabido habría preparado su corazón para el impacto.
—¿Nam?¿Estás llorando? Todavía no respondí—SeokJin hizo que se levantara del suelo—. No llores, si te pones mal yo también lo hago.
—Chicos, mejor dejemos que estén solos por un tiempo. —Hoseok les hizo una señar a los otros espectadores y los cuatro salieron de la habitación.
Estando solos, SeokJin decidió abrazar al más alto. Este, todavía trataba de aparentar que estaba de lo más normal. Cuando no era así; por más que no lo quisiera admitir, él si quería casarse y mostrar un carísimo anillo a todo aquel que preguntara. Quería mostrarle al mundo que estaba unido a alguien sin tener que decirlo con palabras. Quería utilizar la palabra esposos a cada momento de su vida, o lo que quedaba de esta.
—Namjoon, si me quiero casar contigo—Le dio un golpecito suave la cabeza, tal vez así aprendería a no sacar conclusiones apresuradas—. ¿Ya? Por tu culpa no pude pensar en una respuesta más romántica, gracias.
—Perdón.
El castaño sonrió. —¿Sabes? Se que llegara el día en que los dos dejemos de existir, así que por favor, permíteme estar junto a ti en otra vida. Hazme el honor de ser el amor de mí vida por toda la eternidad, incluso cuando ya estemos muertos.
— Te juro que mí alma solo buscará la tuya, sin importar que—Juntó sus labios, con su ahora prometido, en un pequeño beso—. Pero tienes que jurar que tú harás lo mismo.
—Lo prometo.
Si bien ambos tenían mucho tiempo por delante, nunca es mal momento para prometer algo.
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𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬;;𝐍𝐚𝐦𝐉𝐢𝐧.
Losoweseries de historias hechas por mí mientras no podía dormir. Todos tiene que ver con el NamJin, así que no tienen que preocuparse por otros ships. •Ninguna cosa escrita acá tiene relación, tal vez, cada capítulo es algo nuevo.