Mafia en el Siglo 20

Negocios Turbios

Este día puedo decir que no comenzó bien, pensé que podría descansar pero no, tuve que atender al teléfono, era Joe diciendo que por fin me había podido conseguir algo estable, y solo se lavó las manos diciendo que aquello que había hecho ayer no me lo podría pagar con dinero pero por eso iba a llevarme a conocer otro tipo y lo único que yo podía hacer era aceptar.

Mi madre aún no lo sabe, ella me pidió que no me metiera en negocios Turbios, pero no tengo tampoco opción así que solo sigo mi instinto y nada más hago lo que mejor se hacer. De camino hacia esa vieja bodega Joe me comenta que vamos a dónde uno de los principales Mafiosos en la ciudad y que yo debía pasar desapercibido solo para poder llegar donde estaba el, así que cooperé.

Y solo me quedé en la entrada y seguí, así que hablé con el viejo y me puso a apilar cajas, así que apilé solo una pequeña cantidad y solo me fuí, y no pude salir de la bodega porque me retuvieron y solo le dije al viejo que yo quería algo mejor. Y empecé a trabajar para el viejo de una forma placentera y comencé como sicario.

Cada día se iba poniendo más fácil esto, y solo lo disfrutaba casa vez más, entonces quise buscar otras alternativas y claro que fuí a comprar armas y en eso me regalaron una llave para poder abrir puertas, y la probé en mi primer auto robado, así que solo cumplo y me quedo con la llave y de nuevo este había Sido otro día agotador para mí, solo quería ir a dormir al sofá viejo que Joe me había dado para poder estar ahi.

-Joe llévame a casa ahora porfavor.

—Está bien, pero antes debemos comprarte otro tipo de ropa e iremos a legalizar el auto...

Así que solo vamos a la tienda de ropa más cercana y me permito comprarme un buen traje con un sombrero y luego de eso vamos a legalizar mi auto y le puse pintura nueva, y cambié su número de placa, nada más podía sentir admiración por ese auto. Joe me estaba tratando algo bien y no pensé que lo sería tanto, pero no dije nada y solamente llegué a dormir a casa y el sofá ese día estaba más cómodo que nunca.