30 días otp Challenge ~Higuel

Día 9

~El misionero~

—A-ah, si, así—.Golpeteo, golpeteo, jadeos y gemidos muy fuertes, besuqueos, sonidos sumamente incómodos y así. —Dale, a-ah, allí ah ¡Papi sí!—. Se tapó los oídos.

Hiro está en su cuarto, está pálido y traumado. Kyle lleva toda la semana llevando a su novio solo para eso, para cojer toda la pinche tarde, noche, madrugada y parte de la mañana.

Está es la cuarta vez en la semana, está harto. No ha dormido casi nada, solo por los ratitos en lo que ellos descansan.

A Kyle ya se le pudrió el pito de tanto cojer...

Creo que tendrá que hablar seriamente con él.

De una buena vez.

Hiro se levantó, ya que no escuchaba algún sonido extraño, decidido a tocar la puerta del cuarto de su rommie.

Salió de su cuarto, dió dos pasos a la derecha y se quedó en la puerta de Kyle.

Shit, ¿será buena idea tocar?

Sin pensarlo tanto, tocó hasta que Kyle le abrió.

—¿Qué quieres?—. Habló fríamente Kyle. Estaba parado frente a él, olía a sudor, cigarros y a colonia.

Forever Wisconsin, para el hombre sin reservas...

—Que dejes de cojer tanto, chingadamadre—. Dijo con un poco de molestia.

No es cierto, le da envidia que coman enfrente de él...

Hiro miro sobre el hombro de Kyle y vio a la criaturita que Kyle le rompía el culo. —Hola, Marco—. Saludó con una sonrisa leve, haciendo que sus ojos se hicieran más chiquitos.
Marco le devolvió el saludo, pero este sí estaba avergonzado.

—Mira—, habló Kyle—, si nomás venías a eso, date la vuelta y vete a tu cuarto. Estoy en mi departamento y puedo hacer lo que yo quiera, ¿okey, enano?.

Hiro suspiró profundamente. Estaba cansado de todo el ruidajo que hacían. Tomo toda la paciencia que le quedaba y habló.

—Kyle, como dijiste, es tu departamento y puedes hacer lo que quieras. Sin embargo, no estás solo, yo estoy viviendo aquí también—. Se agarró el rostro con desesperación, respiró profundamente. Kyle puso los ojos en blanco y cerró la puerta.

Ay, hijo de tu puto padreeee...

—¡TAMBIÉN ES MI PINCHE DEPARTAMENTO!—. Este muchacho lo iba a sacar de quicio. —¡ABRE, PENDEJO! ¡NO ME DEJES HABLANDO SOLO!—. Comenzó a golpear la puerta con desesperación.
—Solo quiero que dejen de cojer tanto-. Sollozó de cansancio, recargando la cabeza en la puerta—, y que me dejen dormir—. Se terminó deslizando por la puerta, haciéndose bolita y sollozando.

A veces Hiro es demasiado dramasss...

Hasta que se le ocurrió algo.

Irse de esa casa esta noche, solo para poder dormir un poco. O hasta que Kyle entienda que el departamento no es un motel.

No es que le caiga mal Marco, pero necesita dormír fuera aunque sea solo una noche... Pero, ¿dón..?

Miguel.

Le llamaría a Miguel...

Se levantó del piso y se fue a su habitación. Buscó su teléfono, se puso un suéter encima de su camisa de manga larga ya que la noche es bastante fría. Agarró sus llaves del auto y las del departamento del moreno.