EL CHOQUE

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Sin saber, sin pensar, sin imaginar que se cruzarían... Pasa! 

Resulta que Pato se había ido de su casa y ahora estaba durmiendo en el parque del centro. Pero qué casualidad. Es el mismo parque donde está Mari pidiendo monedas para conseguirse algo para desayunar.
Pato ve  y se da cuenta de la experiencia que tiene Mari para ese trabajo, así que se le acerca y habla con ella.

Pato_ Hola, ¿podrías enseñarme a hacer eso?

Mari_ ¿Hacer qué?

Pato_ Eso, como pedirle a las personas dinero!

Mari_ Okey pero tienes que hacer todo lo que yo te diga.

Pato_ Esta bien! ¿Cómo te llamas?

Mari_ Mari... Soy mari!

Pato_ Que lindo nombre. Yo soy pato.

Mari_ No te pregunté. Y por favor no hables tanto.

Mientras tanto, Fran y Tomi estaban en una tienda, en frente de ese mismo parque. 

Tomi_ ¿seguro que quieres que robemos aquí? 

Fran_ Si! ¿que nos podría pasar?

Querían robar unos paquetes de frituras y llevarlos dentro de los abrigos, pero había una cámara y los vieron. Estaban por salir de la tienda -oigan, tienen que pagar por eso-
se escucha la voz del dueño con furia.

-Corre, Corre!- le dice a Tomás. 

Salieron como correcaminos de ahí. 
Doblando en la esquina se chocan con Patricia y Mariana y caen las bolsas de frituras al suelo.

Pato_ Oigan, vean bien por donde caminan

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Pato_ Oigan, vean bien por donde caminan. Mejor dicho por donde corren. 

Mari_ Si idiotas fíjense para la próxima.

Tomi_ Perdón , perdón! Fran ya vámonos. 

Franco quedó congelado al ver a Mari. Algo de ella le llamó la atención y lo dejó petrificado por unos segundos.

La vio de pies a cabeza y le prestó atención a todo. Pelo corto y oscuro, camisa celeste, pantalón un poco viejo y marrón, zapatos de niño. Su ropa estaba con parches de lo descosido que estaba en todas partes. Aun así, le pareció la niña más linda del mundo.

Tomi_ Vamos Franco que ahí viene el gordo de la tienda! (gritó con fuerza) 

Fran_ Si, si… Adiós! (le dice a Mari sonriendo) 

Mari en ese momento lo único que sentía era rabia por el choque entre ellos. 

Mari_ Que zonzos estos dos! 

Pato_ Si, aunque el rubio me pareció bonito (refiriéndose a Tomi)

Mari_ Encima se les olvidó este paquete. 

Parque del centro, en la noche. 

Las niñas ya estaban llevándose muy bien, entrando en confianza se habían contado casi toda sus vidas entre ellas. Pato ya estaba pidiendo monedas con Mari y pensaban en comprarse algo para comer con lo que ganaron durante el todo día.

Mari_ Déjame ir a mi a comprar y tu quédate esperándome. Conozco al de la tienda y siempre me deja más baratas las cosas. 

Pato_ Okey, pero no te demores. 

Mari_ Vengo enseguida.

Mientras va camino a la tienda encuentra una moneda y se agacha para agarrarla. Llegando a la esquina encuentra un monedero con tan sólo 4 monedas. 

Fran_ Ey eso es mío, ¿acaso me lo querías robar?

Mari_ Yo no soy ninguna ladrona, niño zonzo. 

Fran_ Tranquila, solo te molestaba. Y… ¿Cuál es tu nombre? (le dice sonriendo)

Mari_ Que te importa, ¿no tienes cosas que hacer?

Fran_ Ya cálmate, solo venia por mi monedero… Ah y eres odiosa!

Y así se despiden. 

Mientras que Pato está sola, sentada en el parque alguien le tapa los ojos desde atrás y le dice -adivina quien soy-. 

Ella se da vuelta y ve que es Tomás. Sonriendo le dice -el idiota que se chocó conmigo hoy a la mañana- y justo viene Mari. 

Mari_ ah aquí está el otro… Tu amigo te está esperando en la esquina creo. 

Tomi_ ah si, gracias. Adiós. 

Mari_ Que raros estos chicos. 

Y Pato suspira fuerte diciendo "si"

Bueno, ¡a comer! Dice Mariana. 

Ahora ya saben que existen. Solo hacía falta un choque nada más… 

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