DIFERENTES

POR UN COLLAR

Una semana después de poder convivir todos juntos comienzan los roces. Al parecer no todos se llevan muy bien.

Mari está confundida e insegura de estar ahí. Casi ni habla con nadie. Solo tené buena comunicación con Patricia. El genio de Mariana es muy pesado y casi intolerable. Mari deja su collar en una mesita de luz para irse a bañar pero cuando sale, el collar ya no está. Lo primero que piensa es que Pato se lo agarró. 

Mari_ Oye, devuélveme mi collar! 

Pato_ ¿De qué me estás hablando?

Mari_ Tu tienes mi collar, me lo sacaste mientras me duchaba. 

Pato_ No tengo idea de que hablas, yo nunca te robaría nada. 

Mari_ Entonces ¿quién más podría ser? Solo nosotras dormimos en la misma habitación y nadie se metería para agarrar un collar. 

Pato_ Ah, ¿pero yo sí lo haría no?

Mari_ Mira, solo quiero mi collar. 

Pato_ ¿Sabes que? Sigue buscando porque yo no lo tengo. 

Max_ ¿Qué está pasando?

Mari_ Parece que Pato me robo mi collar. 

Pato_ Ya te dije que no lo tengo. 

Mari_ Bueno, entonces cualquier otra persona, pero alguien me lo sacó. 

Max_ Si, lo tengo yo! 

Mari_ ¿por qué? ¿Quién te dio el permiso de agarrarlo? 

Max_ Yo me lo di, cuando vi que estaba tirado en el suelo… Mariana, tienes que cambiar un poco tu comportamiento, al fin y al cabo todos estamos tratando de llevarnos bien. 

Mari_ Pues yo no necesito eso, me voy ahora mismo.

Mari salió de la casa lo más rápido posible. Pero ¿a dónde podría ir? Ella volvió al parque donde estaba viviendo antes. Al llegar al parque ve que su madre la está viendo llegar y Mari se queda congelada. El padre la sorprende por detrás. -No podías desaparecer por mucho tiempo- Le dice muy enfadado. Así que los dos la toman de la mano, le dicen -Si lo vuelves a hacer, créenos que no habrá escondite ni perdón que te salve- y la llevan para su casa.

Max sabía que esto pasaría pero no creyó que fuera tan real. Salió a buscarla al parque pero Mariana no estaba y no tenía dónde encontrarla.

Al otro día a Mari le dijeron sus padres que iría a otro parque a pedir dinero y que la estarían vigilando. En la noche Mari le da el dinero que juntó durante el día al papá. -¿esto es todo?- le pregunta muy enojado. -Si… Bueno, no. En realidad me compré algo para almorzar hoy-
Le dice Mari con miedo.
-¿Y quien te dio el permiso para que gastes mi dinero? Ahora vas a saber con quien estás tratando.- Y el padre saca un cinturón para castigarla, pero Mariana se defiende con una ráfaga de viento, tan fuerte que rompió ventanas y trizó paredes. El padre se quedó sorprendido y herido por lo que pasó y ella confundida salió corriendo de allí.

Mientras que Max fue al parque, una vez más y en la noche, Mari llegó corriendo y con la cara empañada de lágrimas. 
Mari le abraza fuerte. Tan fuerte como nunca antes abrazó a alguien. 

Max_ Mari ¿que pasó?

Mari estaba en shock, sin entender absolutamente nada desde ahora. 
Max le dice -Volvamos a la casa, está haciendo frío- y la llevo sin pensarlo dos veces.
-Perdón!- Le dice Mari.
-No hay nada que perdonar.- responde Max.
Y pensar que pasó esto, todo por un collar...