01.

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01.🔮

Isabella.🌪️

— ¿podemos adoptarla? —decía Alfon mientras me veía con sus ojos brillantes— mírala, es muy linda. —dijo abrazándome mientras veía a la cachorra que movía su cola rápidamente.

—es muy tierna —dije viendo a la cachorra— pero estás seguro de que puedes llevar esa responsabilidad Alfonso, de los dos tú eres quien más está en casa.

—sí estoy seguro de poder cuidarla, por favor, mi amor. —parecía un niño pequeño, pero es que la realidad era, que mi novio no es muy buen niñero, no es bueno en nada que implique cuidar a otro ser vivo, tuvo un cactus al llamó "nemo" y se le murió, ¿a quién se le muere un cactus? Solo a Alfonso Campos.

—bien, confío en ti —dije ya rendida, sonrió y me dio un beso, fue a buscar al chico de la tienda para decirle cual de los perritos quería adoptar.

hicimos las compras necesarias para poder atender todo lo que la perrita demande, verificamos sus vacunas y demás, le compramos un collar y que tenía una plaquita con su nombre, Alfonso quería llamarla Kira, y yo no discutí el tema. Subimos al auto con la cachorra y sus cosas, iba en la parte de atrás dormida en los asientos.

—Alfon, baja la velocidad. —dije poniendo mi mano en su rodilla, tenía la pésima costumbre de manejar excesivamente rápido.

—perdona —dijo apenado, bajando la velocidad del auto.

—no debes manejar tan rápido, me asusta, más cuando vas solo.

—perdona, trataré de manejar más despacio. —respondió.

condujo hasta nuestro departamento que por suerte permitían mascotas, desde que vivimos juntos tenía la idea de adoptar un perro, pero yo no le daba mucha cuerda, por la misma razón de su falta de cuidado, el hecho de haber cedido es un riesgo.

me senté en el sofá y cargué a la perrita, le hacía mimos en la cabecita y ella cerraba los ojos cayendo en sueño nuevamente.

—miren que preciosa, y al lado está Isabella —decía Alfon, y yo lo miré mal.

—te quiero ver pidiéndole besos a Kira en medio de la noche y diciéndole que hace frío. —dije fingiendo estar molesta.

—no, mi vida, está bien, disculpa —dijo abrazándome y dejando varios besos en mi mejilla, haciendo que me den cosquillas.

—Alfon basta que me da cosquillas —dije riendo.

—bueno, pero dame un beso y te dejo en paz. —hizo boca de pato y yo arrugué mi nariz.

—quita esa cara si no te doy. —dije y él rió.

—pedí un beso, no que me dieras, pero ya que estamos. —peor que un adolescente era, rodé mis ojos y aparté su cara— ¿no me vas a besar? —negué con la cabeza mientras llevaba cargada a la cachorra a su cama como si fuese una bebé— ¿qué harás el día que no me puedas dar más besos? —inquirió.

—cállate no digas eso, sabes que odio que la gente hable así. —le tenía pavor a la muerte, más que la mi muerte, a la muerte de algún ser amado, la muerte de mi madre me había dejado muy marcada.

se levantó de su lugar y me dio un abrazo, de esos abrazos que solo él puede brindar, de esos que vienen con toda la intención de curar las grietas de tu corazón, y mágicamente lo logran, de esa magia que solo Alfonso Campos te puede brindar.

—¿entonces me darás mi beso? —dijo tomando mi rostro en sus manos con delicadeza.

yo asentí y me puse de puntitas para besarlo, sus besos suaves y delicados, siempre se caracterizaban por su movimiento aterciopelado, como si quisiera disfrutar el sabor que mis labios le brindaban, besos cargados de amor.

—te amo, mi Isabella. —dijo sonriendo, yo lo amaba tanto que hasta me dolía hacerlo.

—te amo más, mi Alfon. —dije sonriendo y dejando un beso en su nariz.

perenne ; AlfonBTA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora