Estábamos en la sala viendo una película, yo tenía mi cabeza recostada a su hombre y nuestras manos entrelazadas. Pensé en lo que haría a lo que necesitara su tacto, su protección y me entristeció al recordar que se iría.
—Oye— Jaiden llama mi atención.
—¿si?— pregunto sin despegar mis ojos de la película
—Vente conmigo a Colombia— Quedo paralizada, ¿escuché bien? ¿Me pidió que me fuera con él a Colombia? ¿ estoy delirando? ¿Será que alguien día me gustara el helado de chocolate? Ok, no es el momento para pensar en si algún día me gustara el helado de chocolate, ni siquiera se porque esa pregunta viene a mi mente. Sacudo mi cabeza para volver a pensar en lo importante.
Quedo en un tipo shock por unos momentos para luego mirarlo sin saber que palabra articular. Abro mi boca y la vuelvo a cerrar sin saber que preguntar primero.
—¿Acabas de pedirme que me vaya contigo para Colombia?¿escuché bien?— veo como el Forza una sonrisa triste.
—Pues si, es que te amo y no me quiero alejar de ti. Pero sabes que mi mamá me necesita allá—
—Lose y sabes que no estoy en contra de que te vayas pero...— bajo mi rostro.
—Pero...— busca mi mirada con la suya.
—No puedo irme, soy menor de edad y mamá no me dejara, aparte, quiero terminar mis estudios Jaiden. Sabes que te amo demasiado y no quiero perderte pero, no puedo irme contigo— Veo como una lágrima solitaria cae por su mejilla.
Odio verlo así pero, no puedo irme, eso implicaría empezar una vida con el como hombre y mujer, vivir con el y no estoy lista para eso tengo 17 años y aunque mi mamá se casó a esa edad yo no me siento lista para dar ese paso tan grande. También quiero terminar mis estudios. Tengo metas, sueños y anhelos que aún tengo que cumplir.
—Si, te entiendo— posó su vista en la película queriendo olvidar el tema. Lo abracé y metí mi cara en su cuello. Pero luego volvió a hablar— Me iré mañana en la madrugada—
—¿Qué? ¿no te irías dentro de 2 semanas?— sentía una presión en mi pecho, esto me está doliendo más que cuando me dijo que se iría.
—Mi mamá me encontró un trabajo donde me harán un contrato y me necesitan para mañana— veía la tristeza en sus ojos—Y he pensado en las posibilidades de estar juntos y son muy mínimas—
—¿Qué quieres decirme con eso?— pregunte, tenía miedo de su respuesta.
—Que lo mejor será que terminemos— ok, sentí como algo dentro de mi se rompió, me sentí como en las caricaturas cuando se quiebran y caen al piso como vidrios rotos, así sentí que hizo mi corazón. —Lo mejor será que dejemos las cosas así, yo me iré y no volveré pronto, no quiero una relación a distancia, seria doloroso para los dos. Te amo demasiado y no quiero hacerte daño. No quiero que suframos.—
—Pero, Jaiden...— no, no, no. Esto no podía terminar así, no quería dejarlo, no quería que me dejara.
—Angelin, será lo mejor para los dos, eso es lo que necesitaba hablar contigo. Se que no te irías conmigo, pero al menos tenía que intentarlo— gruesas lágrimas caían por mi rostro, pero no podía decir nada, no podía articular palabra. Al yo no decir nada el prosiguió— oye, sabes que eres la niña de mis ojos, por eso no quiero verte así, y me duele, me duele tener que dejarte y tener que decirte esto pero...—
—¿pero?...—
—Te amo y no quiero que estés sufriendo detrás de una pantalla deseando poder alguien día volver a estar conmigo cuando puedes estar con alguien que te puede dar amor y que puede estar conmigo, no mereces estar sufriendo por alguien que no tiene esperanza de volver a Venezuela, y por eso estoy tomando esta decisión por los dos—
ESTÁS LEYENDO
Directo A Nuestra Felicidad
Подростковая литератураEsta es la historia de como encontré al amor de mi vida, pero vean que no fue fácil, llegue a estar en un laberinto pensando que no había salida, hasta que alguien tomó mi mano y me llevo directo a la felicidad. Directo a nuestra felicidad.