1. Don't look back in anger.

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Se suponía que iba a estar esperándome en el aeropuerto. Mi madre, siempre tan puntual. Ni siquiera para volver a ver a su hija despues de 3 largos años.
Ya habia llegado a mi antigua ciudad, Los Angeles. Saque mi celular del bolsillo chico de la mochila, donde lo había guardado anteriormente y me encargue de llamar a mi madre para saber por qué demonios tardaba tanto.

- Hola? - atendió, tenia voz ronca. Si, se quedo dormida.

- Mama..soy yo. Dijiste que me vendrias a buscar al aeropuerto...

- Quien habla? - preguntó confundida.

- Quien mas? Lia, tu única hija - dije con tono obvio. ¿Acaso también se olvidó de que tiene un hija?

- Oh Delilah! - ese era mi nombre de pila. Si, como la cancion.
Mis conocidos o familia me llamaba Lia de forma cariñosa o solo como apodo - Lo siento mucho hija, Enserio! ¿dónde te encuentras ahora...- pero deje de prestar atención a lo que decía cuando vi de lejos la figura de una persona que me resultaba extrañamente familiar. No podía verle la cara ya que estaba de espaldas. Pero, ¿porque se me hace conocida?- Lia, ¿estas escuchando lo que te digo?- la voz de mi madre me saco de mis pensamientos.

- Ehh lo siento..¿Que decías?

- Te pregunte donde estabas, para ir a buscarte.

- Oh... - la verdad es que ya no tenia ganas de que me venga a buscar así que opte por mentirle. - ya me fui del aeropuerto, estoy en camino.

- Esta bien hija, ten cuidado. Nos vemos! - no le respondí y colgué. Otras personas pensaran que eso fue muy mal educado de mi parte, pero la verdad es que mi mama no era una buena madre. Me trataba como si fuera una amiga suya o había veces que ni siquiera me prestaba atención. Estas fueron algunas de las razonas por las que fui a vivir a Nueva York con mi padre por tres años.
La partida hacia allí no me dolió, de hecho no tenia amigos que fuera a extrañar, por eso se me hizo fácil mudarme con mi padre de un dia a otro.
Pensándolo bien, si tenia una amiga, que era la única. Nos conocíamos desde pequeñas, pero nuestra amistad con el tiempo fue decayendo ya que se empezó a juntar con un grupo de chicas que, a decir verdad, no eran muy buenas personas.
Dejamos de hablar un año antes de mi mudanza. Supongo que no le habrá importado, ya que no recibí ninguna llamada de ella. Y tampoc..

-Oye! -una voz extraña me saco de mis pensamientos. No me había dado cuenta y sin querer choque a alguien.

- Maldición.. -susurré para mis adentros - Lo siento mucho! Enserio, ¿te encuentras bien?

- Tranquila, no pasa nada. Me encuentro bien. - La mujer sostuvo mi brazo para no desestabilizarse. Me miro fijo a la cara y se quedo un rato pensando. - Hey! Delilah.. tanto tiempo ¿como estas? - que estúpida coincidencia, era la madre de Danna, mi antigua amiga. Y era la persona que había visto anteriormente que me resultaba familiar.

- Se-señora Riddrick! me encuentro bien por suerte. Usted como esta? - creo que esa fue la mejor actuación de mi vida. Definitivamente no tenia ganas de hablar con nadie, y menos con ella.

- De maravilla, querida. Acabamos de volver con mi marido de unas vacaciones en Francia! la verdad que no podemos quejarnos.

- Eso suena estupendo..- aburridooo.

- Si! Henry esta esperando sus valijas por allí - me señala en lugar donde se encuentra su marido. - Y dime querida, ¿que haces aquí tan sola?¿Te vas a algún lado?

- Em..acabo de volver de Nueva York. Donde estuve por casi..3 años - ¿Acaso tampoco se dio cuenta?

- Oh cierto! Danna nos contó cuando te marchaste.

Hey there delilah.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora