One Shots anime

[OnS] Mikaela Hyakuya - Nombre

Pedido por: domebra234

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Abriste los ojos y parpadeaste, acostumbrándote a la luz. Una vez pudiste ver bien, observaste a tu alrededor. Estabas tumbada en la cama de una habitación blanca. A tu izquierda había una ventana con las cortinas abiertas, permitiendo que el sol calentara tu pálida piel. A parte de tu cama, en aquella habitación solo había un par de sillas azules en la pared de enfrente y una mesita blanca a tu lado. Supusiste que estabas en un hospital por el estilo de los muebles, pero entonces te pusiste a pensar. ¿Quién eras? ¿qué hacías allí? ¿Cómo habías llegado hasta ese lugar? ¿Tenías familia?

Intentaste hacer memoria, pero nada. Absolutamente nada. Ni siquiera recordabas como te llamabas. Pero había una palabra enganchada en tu cabeza. Aunque más bien era un nombre. Y ese nombre era Mikaela. ¿Pero quién era? ¿Tu amiga? ¿Tu hermana? ¿Tu madre? ¿O eras tú? Solo esperabas que alguien entrara a tu habitación para que te diera respuestas.

Te pusiste a buscar a tu alrededor hasta dar con un botón rojo con una campanita. Lo presionaste y poco tiempo después apareció una enfermera por la puerta, la cual se alegró mucho de verte, por alguna extraña razón.

— ¡Estás despierta! ¿Cómo te sientes? — dijo colocándose a tu lado y mirando las pantallas que monitorizaban tus signos vitales

Abriste la boca para decir algo, pero no salió ningún sonido de ella. Tenías la garganta seca como un desierto, así que llamaste la atención de la enfermera para intentar decirle que querías agua. Cuando la chica lo comprendió, salió de la habitación y volvió poco después con un vaso de agua. Lo tomaste y te lo bebiste tan rápido como pudiste. Cuando estuviste en condiciones de hablar, lo primero que hiciste fue darle las gracias.

— Oh, no te preocupes cielo. Estoy aquí para eso. — dijo mientras apuntaba cosas en unos papeles

— Una cosa... — dijiste para captar su atención

— Dime, cielo. — te dijo con ternura

— ¿Podrías decirme...? — hiciste una pausa — ¿...quién soy?

— Oh... ¿No lo recuerdas?

Tú negaste con la cabeza.

— Por lo que sé, te llamas (T/n) (T/a) y tienes 19 años.

— Vale... Y... ¿cuánto tiempo llevo en el hospital? — volviste a preguntar

— Llevas aquí dos años.

Te quedaste de piedra. Dos años. Eso es mucho tiempo perdido de una vida, sobre todo si eres joven.

— Ah... Y sabe si... ¿venía alguien a verme? — preguntaste en voz baja

La enfermera empezó a contarte todo lo que había pasado desde que fuiste ingresada en el hospital por haberte dado un golpe muy fuerte en la cabeza. Te dijo que durante los 2 primeros meses siempre había alguien contigo en la habitación. Quien más estaba era tu madre, seguida por tu hermano mayor y tu padre. También mencionó a unos amigos que iban de vez en cuando. Pero luego dijo que tu familia dejó de ir todos los días a partir del tercer mes y que la última visita que tuviste fue de tu hermano, hace 8 meses. Al parecer se habían olvidado de ti. Pues claro, no iban a estar siempre yendo a visitar a la pobre niña en coma. Tenían cosas mejores que hacer.

— Llamaré al doctor para que venga a hacerte unas pruebas. ¿Quieres que llame a alguien? — te preguntó

— Antes de eso, ¿podrías hablarme de la personalidad de mi hermano? Si es que la conoces.