Era el tercer día desde que tuve el incidente en el bosque. Estaba sentada en mi cama cuando escuché a mis padres desde abajo despidiéndose.
- ¡Tienes todo preparado abajo! - dijo mi madre.- Yo llegaré hacia la noche, hay bastante trabajo en el hospital.
Me despedí de ella desde el piso de arriba y volví a mi cuarto.
¿Qué podía hacer?
Iba a estar 2 semanas sin poder ir a clase y me negaba completamente a estar quince días sin hacer nada, así que baje hasta el salón y seguí curioseando. Aún había cosas de mis abuelos, como fotografías o figuras. Incluso había un dibujo enmarcado que le regalé a mi abuela de pequeña poco antes de que falleciera. Suspiré e intenté no recordar esos días y continué indagando.
Era un poco incómodo ya que aún no dominaba bien esto de andar con muletas, pero igualmente continué.
Estaba apoyando la muleta para dar un nuevo paso cuando noté un leve chasquido en el parqué del pasillo.¿Qué narices? - me apoyé en la pared y di unos golpes en el suelo. Primero en una zona y después en otra. Me senté para sacar la gran alfombra que cubría la zona a lo largo del pasillo. Cuando destapé la zona vi una pequeña ranura, tenía una forma que se me hacía extrañamente familiar. Inteté forzarla haciendo fuerza y empujé todo lo que pude, pero la puerta no cedía. Me di por vencida y me levanté, no sin antes poner la alfombra en su sitio.
¿Qué habría ahí abajo para que tengan que cerrarlo bajo llave?
Decidí no darle importancia, pues igual era un simple compartimento en el suelo para guardar objetos de valor. Esta casa era bastante antigua y eso se daba mucho hace años
Pero no podía sacarmelo de la cabeza.
¿Dónde había visto esa forma?
Escuché un coche fuera de casa. Obviamente era el de mi padre, pues solamente con escuchar el ruido del motor ya reconocía que era él. Segundos después le escuché entrar.
- Cleo - me llamó - Shawn está aquí, tiene tus deberes.
No tuve que decir nada para que mi padre le invitara a subir, y en cuanto me levanté de la cama Shawn ya estaba en mi puerta.
- ¿Qué tal estás hoy? - preguntó, y posó unas carpetas en mi escritorio.
- Bien, bastante bien. - sonreí nerviosa.
- Te traje algo, - se sacó la mochila y abrió la cremallera - me dijiste que te gustaban las películas de terror. ¿No?
Sonreí. -¡ Te acordaste! - me encantaban esos detalles.
- ¿Qué te parece si la vemos? Es viernes y mañana tengo tiempo para hacer las taread de hoy.
Accedí y pusimos la película. Al poco de empezar escuché a mi padre yéndose. Miré mi reloj, eran las 7 y siempre iba a correr un rato antes de cenar.
Noté a Shawn resolviéndose un tanto incómodo.- Cleo. - su tono era suave.
- Dime. - notaba como mi corazón latía cada vez más rapido.
- ¿Nunca has notado nada raro? - su pregunta me confundió.
- ¿Nada raro? - por un momento pensé otra cosa.
- Aquí, en Dalktown. ¿Nunca notaste nada raro?
Negué. E inconscientemente pensé en la ranura que encontré en el suelo del pasillo, como si estuviera relacionado con su pregunta.
- No. - negué, aunque sí notaba un ambiente extraño en este lugar. Incluso a mis padres les notaba diferentes desde que llegamos. No para mal, claro. Estaban mucho mas enérgicos de lo normal, hasta anímicamente les encontraba más contentos o, ¿fuertes?
Pero si que escuché conversaciones entre ellos cada vez que bajaba a la cocina a medianoche, y me parecían inconexas, sin sentido, y siempre procuraban que no les escuchara.Por no hablar de los sueños.
Cada vez tenía sueños más singulares, y de forma más repetida que antes.
¿Qué pasaba en Dalktown?
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El Curioso De Al Lado - Shawn Mendes -
Fanfiction-Bien, Shawn... ¿No sabes que la curiosidad mató al gato?