Lauren rebotó en la punta de sus pies. Podía escuchar pasos en la casa, pero pasó una eternidad hasta que se abrió la puerta, poniendo a Lauren aún más nerviosa de lo que ya estaba. Había esperado que fuera Evan quien abriera la puerta, pero ahora se encontró cara a cara con Roger LeCroix.
Él no sonrió cuando la vio.
Lauren hizo una mueca internamente. Mierda. Tenía que ser el padre más estricto el que abriera la puerta. "Hola", dijo, tratando de averiguar si el padre adoptivo de Evan se veía tan malhumorado porque Evan les había contado sobre su roce con la ley o si algo más lo había molestado. En caso de que Evan no hubiera dicho nada, no quería meterla en problemas diciendo algo incorrecto ahora. "¿Está... está Evan en casa?"
"Sí", respondió brevemente.
Por lo general, esto es más fácil si tengo mi placa y puedo obligarlos a ser un poco más comunicativos con la información, pensó Lauren sombríamente. "¿Está bien si la llevo a otra clase de manejo?" ella preguntó. Las otras dos veces que había recogido a Evan para clases de manejo, Jill LeCroix había sido la que abría la puerta, y siempre había saludado a Lauren con entusiasmo.
"No", gruñó Roger LeCroix. "Evan está castigada por el resto del mes. No hay lecciones de manejo para ella". Comenzó a cerrar la puerta.
"¡Espere!" Lauren rápidamente puso su pie en la puerta, evitando que se cerrara. "¿Ella te lo dijo?" Para ser sincera, a pesar de su promesa, Lauren no estaba segura de si Evan le diría a sus padres adoptivos.
LeCroix asintió sombríamente. "Lo hizo".
"¿Y?" Lauren preguntó con cuidado.
El padre adoptivo de Evan resopló. "¿Qué piensas? ¡Las drogas no son toleradas en esta casa! Tampoco los drogadictos".
Oh oh. Esto no sonaba alentador. "No vas a hacer que se vaya y volver a ponerla en el sistema solo por esto, ¿verdad?" Lauren tenía que saberlo.
"Todavía no hemos tomado una decisión final, pero..." Roger LeCroix sacudió la cabeza. "Tengo que admitir que nuestra paciencia ya se había agotado al máximo antes de que esto sucediera. Y ahora viene y nos dice durante la cena que casi fue arrestada comprando drogas".
"Pero al menos ella te lo dijo. Eso requirió mucho coraje", dijo Lauren. Finalmente estaba empezando a ver a Evan bajo una luz más positiva, y deseaba que los padres adoptivos de Evan también lo hicieran. "Ella se está haciendo responsable de su comportamiento y me prometió que dejará las drogas. ¿Qué más podemos esperar de ella en este momento?"
Roger LeCroix no tenía respuesta para eso.
"¿Puedo entrar y verla por un minuto?" Lauren preguntó cuando guardó silencio.
Dudó, todavía bloqueando la puerta, pero después de unos segundos, dio un paso atrás y de mala gana permitió que Lauren entrara. "Está arriba. Su habitación es la primera a la derecha", dijo.
Lauren lentamente dio un paso tras otro, tratando de pensar en lo que diría cuando llegara a la cima de las escaleras. Una parte de ella se sentía culpable por haber obligado a Evan a esta tensa situación con sus padres adoptivos, aunque sabía que no podía dejar que Evan se librara de la situación. Evan tenía que aprender que las acciones tenían consecuencias antes de que fuera demasiado tarde. Camila aceptó de todo corazón y le dijo a Lauren que había hecho lo correcto. Aún así, era difícil enfrentar a Evan por primera vez desde su próximo arresto.
Respirando hondo, llamó a la puerta de la habitación de Evan. Ella escuchó pero solo escuchó música alta proveniente del otro lado de la puerta. Llamó de nuevo, por si Evan no la había escuchado, y luego abrió lentamente la puerta. "¿Evan?"
