Capitulo 6

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Recuerdo un verano con mi familia en la playa. Yo tenia alrededor de cinco años, lo que esa etapa de mi infancia fue muy tranquila e inolvidable.

Fue el primer viaje de vacaciones en el que me perdí. Solía juntarme con varios niños que no conocía e ir jugando cerca de la casa en la que nos hospedábamos. No era muy difícil relacionarme con la gente en ese entonces, sentía que todo a mi alrededor era alegre.

Un día fuí con esos niños al centro a un parque de diversiones, de regreso una niña pelirroja de ojos negros propuso ir un rato a la playa, ya que todos teníamos puestos nuestros trajes de baño aceptamos ir. Yo sabia nadar muy bien. Aprendí a muy temprana edad, a eso de los tres años ya sabia flotar por mi cuenta sin ayuda de nadie por lo que mis padres estaban muy orgullosos, ya que mi hermana Liarace no sabia.

Hicimos un trato, el que llegara ultimo tendría que ir mar adentro y agarrar algas, meterlas en su traje de baño e irse a su casa. Todos muy seguros de si mismos comenzamos a correr. Ese día la suerte no estaba de mi lado por lo cual era mas lenta ya que los demás chicos eran dos años mas grandes que yo y como soy muy justa acepté la prenda.

Al principio tenia mucho miedo pero me dije para mis adentros que lo iba a lograr y les iba a demostrar que no les tenia miedo, que podía hacer cualquier cosa. Empecé a nadar mar adentro lo mas rápido que pude ya que las olas me tiraba hacia atrás. Cuando vi que las olas eran tres veces mas grandes que yo pare de nadar, bajé y agarra las algas pero cuando traté de subir a la superficie me di cuenta que había parado en un pozo y las olas no me dejaban salir. Ahí fue cuando me empecé a asustar y traté de pensar una solución. Podría dejar que las olas me lleven a la orilla, pero me quedaría sin aire; luchaba con todas mis fuerzas por salir a la superficie cuando pensé que iba a estallar de las ganas de tomar oxigeno. Sentí un frió en el interior de mi espalda y todo se tornó borroso.

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A lo lejos se escuchaban dos personas gritando se entre ellas para que se callaran.

-¡Como quieres que me quede quieta si Ámbar no despertó todavía!- Se escuchaba a una persona caminar de un lado a otro.

- MICAELA, andá y búscale ropa seca a Ámbar.-Melina le decía Micaela a Titia cuando se enojaba mucho. Usualmente le decimos Tita a Micaela desde niñas y nadie sabe bien porqué.

-Pero, ¿¡Quieres que le traiga ropa de hombre!? ¡No se ni de quien es la casa!

Por dios, que irritantes que se pongan de esa forma siempre que me pasaba algo.Junte fuerzas y con un pequeño hilo de voz logré  decir unas palabras.

-Cierren la maldita boca- dije con voz ronca y entre cortada.

Se hizo un silencio de unos veinte segundos y sonreí, luego abrí los ojos sin recordar que había ocurrido después de haberme tirado a la pileta. Miré a mi alrededor lentamente tratando reconocer lo que había en la habitación. Melina estaba en los pies de la cama y a mi lado izquierdo Tita.

-¡Ambar!- gritó Melina las dos se abalanzaron sobre mi a darme un abrazo.

-¿Qué paso?- dije con un poco mas de potencia en la voz. Sentía toda la garganta seca, molestaba mucho.

-Después de que hiciste tu "rescate heroico"-haciendo las comilla con sus dedos índices- te quedaste sin aire, tragaste agua y te desmayaste. Entonces salto de la nada un chico, te saco de la pileta y...- hizo una pausa para poner una cara pervertida- te hizo respiración boca a boca- resaltando la palabra boca.

Abri los ojos como platos haciendo que las taradas empezaron a reise.¿¡QUÉ!? ¿UN CHICO TOCÓ MIS LABIOS CUANDO ESTABA INCONCIENTE? Hay Ambar, ¿cuando fue que te descuidaste?.

90 DíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora