Capitulo 4 Atrapar...

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"...Estas en mis manos...ya no puedes escapar...acepta tu realidad...eres mía por siempre..."

Hinata corría con todas sus fuerzas hacia su vehículo, mientras manejaba tomaba su teléfono móvil, marcando el numero de la casa del pequeño, a pesar de que era un imprudencia, creía que si no le alertara de alguna manera serias peores las consecuencias, llegando a la casa alejada completamente del pueblo en medio de unos bosques frondosos y de difícil acceso, dejo el auto estacionado en cualquier lugar y casi cayendo de el, se dirigió hacia la casa golpeando la enorme puerta de manera insistente y desesperada

-maestra!-abrió la puerta el pequeño peli negro- ¿Qué sucede?-sintiendo los brazos cálidos brazos de la joven quien inconscientemente temblaba

-me alegro que estés bien!-los estrecho aun entre sus brazos con mas fuerza

-maestra...-dijo extrañado correspondiendo con lentitud a aquel gesto-¿Qué la trae por acá?

-quiero hablar con tu padre, tengo que decirle algo importante-le tomo los hombros con firmeza

-si, venga conmigo-.la guio adentro de la mano encontrándose con una gran residencia al interior, recién se había percatado el lujo de la casa, dejándola un tanto sorprendida en su recorrido perdiéndose entre los pasillos que cada vez se volvían mas y mas oscuros

-Shinki...-tartamudeo algo desconfiada

-no se preocupe, ya falta poco- menciono serio sin mirarla- él la estaba esperando

-¿Qué?- se detuvieron frente a una puerta, sacudió ligeramente su cabeza con pensamientos que la confundían mas y mas, lo mas importante en ese momento era advertirles de ese hombre que la asechaba, girando la cerradura mientras el pequeño la invitaba a entrar-con permiso, soy la maestra de Shinki, mi nombre es Hinata Hyuga- dijo al momento que la puerta se cierra tras de ella

-ya te habías tardado demasiado- menciono mientras que el seguro de la puerta se sellaba

-¿eh?-al verla silueta que tomaba forma frente al escritorio, paralizándola al ver de quien se trataba -¿es...

-así es, soy Gaara no Sabaku, el ultimo vampiro de sangre pura que queda en este mundo

-¿Qué le hizo al padre de Shinki?!-grito alterada

-¿Qué no lo entiendes? Shinki es mi hijo...

-no puede ser...-se cubrió la boca con ambas manos, sintiéndose un tanto mareada, desvaneciéndose en el suelo desmayada

Abrió los ojos encontrándose en una cálida cama, pero espantada al encontrarse vestida de otra forma, con un vestido blanco que resaltaba su figura a la altura de sus rodillas

-¿Qué es esto?-se pregunto al verse

-un cambio de ropa-le respondio Gaara parado frente a la cama – mi mujer tiene que vestir como se debe, como una reina

-¿mujer?...tu...

-no te hecho nada-la interrumpió- pero eso, es una decisión tuya

-¿a...que...te refieres...?- se acerco hacia ella tomando su mentón

-ya te lo dije, que seas mía

-no!-aparto su mano- no seré tuya

-¿no?-surco una leve sonrisa en sus labios- ¿recuerdas que yo estoy en todas partes?- se acerco a su oído-acaso quieres mas cuerpos desmembrados en las noticas

-¿eh?

-ya no quiero estar solo-la miro fijamente

-tienes a Shinki, tu hijo

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