Capítulo 20: Almuerzo Con Mis Padres

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La luz que ingresaba por la ventana nos daba aviso de un nuevo amanecer.

Miré el reloj y éste marcaba las diez. Me sentía aún tan cansada que parecía como si apenas fueran las seis de la mañana.

Revolví mi cuerpo en la cama y giré mi rostro.

Ahí estaba el hombre de mi vida, profundamente dormido y seguramente soñando conmigo… ¿O no?

Suspiré ante la hermosa imagen de Ji Yong con los ojos cerrados y cuidadosamente acaricié su mejilla con mi mano. Me pegué más a él y me acurruqué contra su pecho para finalmente volver a dormir. Por lo menos media hora más, realmente lo necesito…

Cuando volví a despertar, eran las once y media. ¡Por la mierda!

¡El almuerzo con mis padres!

Bostecé y estiré mis brazos.  No vi a Ji Yong por ningún lado. Qué extraño, quizá tuvo algo que hacer. Me puse de pie y me dirigí al baño para tomar una breve ducha. Necesitaba alistarme lo más pronto posible. Mis padres nos citaron a la una y como buenos coreanos, eran bastantes exigentes con la puntualidad.

Me sequé el cuerpo, el cabello y me vestí rápidamente. De pronto la puerta se abrió y vi a Ji Yong entrar junto a una bandeja con el desayuno y sosteniendo una rosa con la boca.

-Para mi princesa-dijo entre dientes y colocó el recipiente sobre la cama. Se acercó a mí, extendiéndome la rosa entre sus manos y me plantó un beso en la frente.

-¡Eres un encanto!-exclamé enternecida y correspondí a su beso- Gracias-musité tomando aquella bella flor.

-Lo siento por no desayunar contigo. Te veías tan tranquila durmiendo que no te quise despertar… Y el hambre me hizo dejar la cama.

-No te preocupes, cariño-sonreí.

Comí algunas de las cosas que me trajo y mientras desayunaba sola, él comenzó a alistarse.

A decir verdad ese asuntito me tenía algo ansiosa, como dije antes, mis padres me apoyaban en todo, pero en esta ocasión iba a llegar con una noticia muy… Sorprendente.

Realmente deseo que todo salga como lo imagino. Es lo que Ji y yo merecemos y buscamos, la aprobación de nuestras familias.

-¿Lista?-preguntó aplicándose perfume y mirándose al espejo minuciosamente. ¡Su vanidad ha aumentado con estos años!

Se veía guapísimo con la ropa que tenía. Vestía un polo negro junto a una camisa celeste encima, un pantalón negro y zapatillas negras. Era simple pero fascinante.

Estábamos en otoño así que sus prendas iban de acuerdo al clima.

Yo iba con una polera blanca, un jean celeste y zapatillas blancas. Estábamos con tonalidades totalmente opuestas, pero aun así combinábamos a la perfección.

-¿Quieres enamorar a mi madre o qué?-bromeé con una ceja alzada.

-¡Amor!-se quejó avergonzado y reí.

Ingresé al baño, me lavé los dientes y salimos hacia la camioneta que nos esperaba afuera.

-Hoy no logré ver a los chicos para nada-mencioné ingresando al asiento trasero.

-Yo me los encontré en el desayuno y Seungri sugirió juntarnos en su habitación para beber por la noche. ¿Qué te parece?-preguntó con una amplia sonrisa.

-Me encanta la idea-asentí.

Rodeó mis hombros con su brazo y deposité mi cabeza en su hombro. Inspiré su aroma y automáticamente ese acto generó en mí una ola de sensaciones agradables.

PARTE 2 - AMIGOS NO POR FAVORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora