Capítulo 29: Juntos Somos Invencibles

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Maldita sea qué pasó...

Empecé a sentir que recuperaba la conciencia a pesar de estar con los ojos cerrados.

¿En qué momento me dormí? ¿Dónde estoy? ¿Qué pasó?

-Ya está. ¿Qué más deseas que haga por ti?-oí decir a una voz femenina que se me hacía conocida.

Debido a mi transe no escuché muy bien y por ende no pude reconocer a la persona que hablaba.

-Nada, ya te puedes ir-afirmó Kiko. Esa maldita voz si logre identificar con rapidez.

Entreabrí los ojos y vi la figura de aquella persona salir de la habitación. Estaba cubierta de pies a cabeza. No vi de quién se trataba aquella mujer. Por otro lado, noté que Kiko estaba con la atención puesta en su celular.

Suspiré y decidí despertar del todo. Miré a mi alrededor y me di cuenta que estaba sobre la cama de Kiko. Sentí que tenía los brazos sobre la cabeza y arrugué el entrecejo. Miré hacia abajo y mis piernas estaban abiertas y amarradas hacia la cama.

Automáticamente esta situación me recordó a la pesadilla de la que fue parte Alessia por culpa de Kyle. Ese hijo de puta la tenía atada en la cama de la misma forma en que me encontraba ahora. Un escalofrío me recorrió al recordarla semi desnuda y a punto de ser abusada sexualmente.

-¡¿Qué mierda es esto?!-pregunté enojado.

-Qué bueno que ya despertaste, cariño-dijo Kiko mirándome sonriente- Jugaremos algo.

-No quiero jugar una mierda contigo. ¡Suéltame ahora!-grité totalmente enojado.

-No hasta lograr mi cometido-negó y se acercó a mí maliciosamente.

-¡Qué carajo quieres de mí!

-Que me hagas tuya.

Me quede en silencio y recordé que con impulsividad no iba a lograr nada. Debía ser más inteligente que ella.

-Lo haría si no estuviera amarrado-respondí intentando ganarme su confianza.

-Sí claro-rodó los ojos.

Se acercó a mí y bajó mi pantalón junto a mi ropa interior de un tirón.

-Kiko, esto es lo más patético que te he visto hacer. ¿No te da vergüenza lucir como una arrastrada? Te estás humillando tú sola-no pude contener mis palabras. Esta situación me daba demasiado asco.

-No me importa-se lamió los labios y me comenzó a practicar una felación.

Presioné los labios intentando desviar la atención de mi centro. Claramente no quiero que siga haciendo eso, pero era inevitable que mi cuerpo tuviera sensaciones de cosquilleo.

¡Puta madre!

Alcé la mirada hacia mi mano derecha y al parecer estaba mal amarrada. Suspiré y pretendí estar disfrutando de lo que hacía Kiko mientras hábilmente luchaba para poder soltarme.

-Ah...-solté.

-Sabía que te gustaría-dijo aún con mi miembro dentro de su boca- Pero te estás demorando mucho en estar listo. Me muero por estar encima de ti...-lamía de abajo hacia arriba.

En ese momento mi mente estaba tan enfocada en soltarme que disipé mi atención del placer y realmente no lograba la erección que ella quería.

Encogí mi dedo pulgar lo más que pude, incluso me comenzó a doler por la fricción que hacía con la soga que me tenía atado. Miré nuevamente mi mano y estaba sangrando. ¡Mierda!

PARTE 2 - AMIGOS NO POR FAVORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora