Jhon Stilinski estaba terminando su primer café de la mañana antes de salir a trabajar, esa semana le tocaba el turno de la mañana junto a su mejor hombre Jordan Parrish, Jhon era un hombre sencillo y muy correcto, estaba contento con la vida que le tocó y gracias a Dios había podido darle una buena vida a su único hijo.
El sonido de su celular lo saco de sus pensamientos, cuando lo agarro del bolsillo de su pantalón vio de quién se trataba. Su hijo.
Stiles Stilinski era su único hijo y su mayor orgullo, ese muchacho fue un dolor de cabeza difícil de criar y conforme fue creciendo la cosa se complicó más, ahora su hijo era un hombre hecho y derecho. Siguió sus pasos para su consternación y ahora era agente del gobierno en una unidad extra secreta y toda esa mierda.
— Stiles hijo que gusto saber de ti — contesto Jhon el celular. — ¿Cómo estás,cuando vuelves? — preguntó emocionado pues si Stiles llamaba era porque su misión había terminado. Sabía que su hijo no lo llamaba mientas estuviera en misiones pues no quería ponerlo en peligro alguno.
— estoy bien papá, pero no te llamaba para eso — eso alertó a Jhon ¿Había sido herido Stiles ?
— ¿Stiles estás herido, estás bien? — preguntó poniéndose de pie Jhon dejando olvidado su café.
— si papá estoy bien, Ollé solo puedo llamarte a ti y necesito que me hagas un favor — la seriedad en la voz de su muchacho le erizo la piel.
— ¡Cualquier cosa hijo, sabes que puedes contar conmigo! —
*Stilinski, el general lo solicita de inmediato*
Escuchó Jhon al otro lado de la línea.
— papá tengo que dejarte, te llamaré más tarde de acuerdo, quiero que vayas a la casa de la alcaldesa Hale y esperes allá mi llamada, te amo papá cuídate — y sin más la llamada se desconectó dejando s Jhon Stilinski con un mal sabor de bocas.
Jhon camino hasta la puerta de su casa, agarró sus llaves y su arma y salió de la casa a recoger a Jordan, el hombre tenía que hacerse cargo de la estación por el día de hoy. El pasaría el día en casa de la alcaldesa Hale a la espera de la llamada de su hijo.
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La señora Hale no tomó muy bien que Jhon la retuviera en su casa sin otra explicación más que Stiles llamaría en el transcurso del día y necesitaba hablar con ellos.
Laura Hale se resigno a perder ese día de trabajo y llamo a su abogado para que viniera a trabajar con ella en casa. Media hora después Peter Hale entraba a la casa de su sobrina con maletín a bordo y dispuesto a trabajar desde casa.
La llamada llegó seis horas después, eran las dos de la tarde cuando el celular de el Sheriff de la ciudad volvió a sonar, Jhon agarró el teléfono con nervios y verifico que si fuera la llamada de su hijo.
—¿ Stiles? — preguntó Jhon con nervios cuando abrió la llamada y su hijo no dijo nada.
— aquí estoy papá — se escuchó la voz de su hijo en un eco, como si estuviera lejos del micrófono del celular —¿ Está la alcaldesa contigo? — preguntó ahora con más claridad.
Laura miro a Jhon y luego a Peter al escuchar la seriedad en la voz del hijo del sheriff, el nunca era tan formal con ellos. además de que su corazón latía rápidamente.
—si hijo aquí está y Peter también — informo Jhon
— coloca el celular en alta voz papá, no tengo mucho tiempo — apremio Stiles, eso puso en alerta a los dos lobos en la sala.
