querido diario:Hace poco sucedió algo rarísimo. Hable con un chico.Bueno,hablé...digamos que balbuceé,porque no sabía qué decir.Él parecia simpático. Parecía que quería hacerse amigo.y,sin embargo, de a poco,se escapó, como si de repente hubiese sentido miedo.
¿Pero de que? ¿hice algo mal sin darme cuenta?
No creo que pueda explicarmelo hoy.pero una cosa es cierta, los chicos son difíciles de entender.A veces me pregunto si algún día podré hacerlo y...si alguna vez saldré con uno.Auxil...¿qué es ese ruido?
¡¡AUXILIO!!
A pesar de mis terribles sensaciones, lo logramos:aterrizamos en Buenos Aires, la ciudad más bella del mundo.Si por lo menos esta vez papá decidiera quedarse acá por un tiempo, podría llegar a sentirme realmente en casa.
¿por qué no entiende que para mí es muy difícil seguir mudándonos de un lugar a otro?
En estos últimos años he conocido a muchas personas.seguramente gente simpática, lástima que todos fueran adultos, todos amigos de papá y lástima que no tuviera tiempo para aprender sus nombres.
¡Cuántas veces he llamado Julio a Alejandro,Alejandro a Juan y Juan a Lucas! Cuántos papelones...pero ninguno de ellos ha sido verdaderamente importante en mi vida.
Y entonces yo, violetta, ¿cuantos amigos tengo?
Pocos, quizá ninguno.cuando cambias tanto de ciudad más seguido de lo que cambias un vestido pas relaciones no pueden durar mucho tiempo.cuando tenia 8 años solía frecuentar a una nena de mi edad.Era hija de un colega de papá y en las largas tardes de otoño, cuando los grandes discutían de presupuesto, proyectos y vencimientos, nosotras buscábamos a nuestras muñecas y las obligamos a tomar un té juntas.Las cuatro alrededor de la mesa de mi cuarto:Inés (mi amiga), Bussi (mi muñeca), Bea ( la amiga de mi muñeca) y yo fingiamos estar en un bar.Más tarde Inés también se mudó, y de nosotras no me quedaron más que pocas fotos en las cuales, entre otras cosas, salí muy mal, y por eso nunca las miro. :-(
