¡Que vergüenza!

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De mal en peor.Nunca me senti más humillada en mi vida.

¡Qué vergüenza!

Alguien me mandó un e-mail para invitarme a una fiesta de la escuela haciéndome creer que se trataba de un baile de disfraces y en cambio...

En cambio yo era la única que estaba disfrazada.De ángel, para ser precisa.Con dos alas enormes.Todos me miraban, todos se reían.Me dan ganas de llorar. (Es decir, también lloré) ¿quién pudo haberlo hecho? Igualmente, ¡no pasaré más esa escuela!

Nunca más...

el diario de violetta (martina stoessel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora