Faltaban tan solo dos minutos para que la jornada terminara. Miré a Meaghan, una de mis mejores amigas, quien estaba entretenida copiando las últimas frases del tablero. Divisé a Holly, otra de mis mejores amigas, estaba mirándose en el espejo mientras hacía muecas raras, algo normal en ella.
-Recuerden que la otra semana debemos ponernos de acuerdo sobre qué tema creemos interesante para el foro- nos dijo el Sr. White-. Mi mano derecha, Lea, estará al pendiente de recibir todas las sugerencias por parte de ustedes y...
El timbre que anunciaba nuestra salida se hizo presente. Fue como si un tornado se hubiera llevado a toda la clase, a excepción de Meaghan y yo, claro.
El Sr. White borró el tablero y recogió sus cosas.
-No olvides recordarles las sugerencias, Lea- me dijo antes de irse y yo asentí-. Hasta luego, chicas.
-No te vayas sin mi- me pidió Meaghan copiando a toda velocidad lo que tenía en sus hojas.
-¿Por qué no copias en casa?- le pregunté mientras tomaba mi morral.
-¡Terminé!- cantó alegre y rápidamente recogió sus cosas.
Salimos del salón y poco a poco nos fuimos acercando a donde estaban todos los estudiantes esperando a que abrieran.
-¿Dónde está Holly?- me preguntó Meaghan. Alcé mis hombros en señal de respuesta-. ¡Esa castaña cejas perfectas siempre se pierde!
Reí por lo bajo y salimos de la escuela.
-¿Quién es ese?- le pregunté a Meaghan cuando miré a unos cuantos metros a Holly charlando alegremente con un tipo.
-Supongo que es el primo de Holly- me dijo ella mirándolo de reojo-. Sí, es su primo.
Asentí y lo divisé. Era alto, delgado y podría decir que era sacado de revista. Pude apreciar sus notables músculos, al menos era lo que su camisa dejaba ver, lindos bíceps, pensé. Tenía una sonrisa en sus labios y además asentía a todo lo que Holly, su prima y otra de mis mejores amigas, le decía.
-Lea- me habló Meaghan-. ¿Podrías acompañarme un momento?
-Claro.
Meaghan me tomó de la mano y agarró con fuerza sus libros.
-¿A dónde vamos?- le pregunté al ver que nos acercábamos donde estaban Holly y su primo-. Meaghan, ¿qué...
-¡Meaghan!- chilló alegre Holly al vernos acercarse a ella-. ¡Qué bueno que trajiste a Lea contigo!-señaló a su primo y lo miré. Sí, era simpático-. Lea, él es Tom, mi primo. Tom, te presento a una de mis mejores amigas, Lea.
Estreché mi mano con él y no me había dado cuenta que aún Meaghan me tenía bajo su agarre.
-Con que ella es la famosa Lea- logré escuchar por parte de Tom. Esbozó una sonrisa y yo logré ruborizarme. Su voz era como melodía para mis oídos. Me gustaba.
-Sí, Thomas. Ella es la famosa Lea y no será como la famosa Stephanie, Nataly, Annie o...
-Ya entendí- la interrumpió fastidiado y de nuevo me sonrió.
Esto ya es algo incómodo, pensé.
-Disculpen chicos, pero debo irme- les dije y me solté del agarre de Meaghan y le quité un libro.
Acomodé mi morral y me dispuse para irme.
-Lea- me habló Meaghan y me miró con ojos pardos. Oh no Meg, conmigo no-. Si quieres te acompaño hasta tu casa.
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Primero muerta antes de salir contigo.
Romantik—Entonces Lea, ¿qué dices?— me preguntó girando sobre sus talones. Se veía muy guapo, aunque eso era algo que no me sorprendía. Tenía unas flores en sus manos, junto con una caja de chocolates. ¿A cuantas otras casas de chicas había llegado así? —¿...
