Última parte.
Parte Tres; nuestra luna de miel será fantástica
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Tulio estuvo media hora decidiendo qué corbata ponerse, y al final no decidió ninguna. También se duchó seis veces y peinó su cabello trece veces.
No sabía si estar nervioso, emocionado, estresado, feliz, pesimista o confundido. Puede o ser el mejor o el peor día de su vida.
Y cuando su reloj marcó las 8:00, sale de casa, se sube a su auto y conduce hasta la casa de Bodoque, repasando una y otra vez en su cabeza "todo saldrá bien, todo saldrá bien". Una vez llegado a la casa del pelirrojo mitad conejo, Tulio se baja y llama a la puerta.
–«Tranquilo Tulio, no pasará nada, lo conoces mejor que nadie»–Piensa el presentador de noticias tratando de parecer calmado.
Juan Carlos abre la puerta, vestido de negro haciendo destacar su cabello rojo. Es un hombre atractivo, siempre lo ha sido (por algo es tan popular entre las chicas); pero ahora...se ve exótico, una especie única. Tulio no podía quitarle la vista de encima, y eso Juan Carlos lo notó.
–¿Qué tanto miras?
–Te ves...bien, bastante bien.
–Gracias–Juan Carlos muestra la primera sonrisa de la noche–También te ves bien, muy guapo diría yo.
Tulio se sonroja ante el comentario, a veces olvida lo atrevido que es Bodoque, pero lo dejó pasar. Suben al auto de Triviño.
–¿Y a dónde iremos?–Pregunta Tulio.
–Hay un sitio al que me gustaría llevarte, no está muy lejos y no es muy caro, tú conduce y yo te guío.
Claro, porque además de Bodoque, Tulio ama con intensidad su auto. Su precioso.
Conducen durante un rato, Bodoque prende la radio, dónde escuchan canciones clásicas como "Mi Equilibrio Espiritual" o "Señora Devuelvame la Pelota". Pero ni la mejor música pudo apaciguar la tensión entre ambos individuos. Tulio decide empezar una conversación.
–Doremi Pimpinela si tenía poderes, que loco.
–Hay mucha gente con dones extraordinarios, como Calcetín con Rombos Man.
–Si, pero ella...fue muy precisa.
Juan Carlos quería preguntarle "¿De verdad quieres tocar ese tema ahora?", pero se dió cuenta de que tarde o temprano tendrán que despejar las dudas. Tan sólo reza para que Tulio no se espante.
–Si estuviéramos casados sería un buen marido–Comenta Bodoque sin haberlo pensado dos veces. Tulio será un poco tonto, pero Bodoque no se queda atrás.
–¡¿E-Eh?!–Tulio trata de mantener sus ojos en la calle–Pues...si, no dudo de eso.
Otro silencio incomodo. La radio sigue prendida, transmitiendo un remix de "Baila sin César". Ahora es Tulio quien decide dar un comentario fuera de lugar.
–¿Desde cuándo te gusto?
–Desde que éramos niños.
–¿Y porqué salías con chicas?
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Las Cosas que No nos Dijimos (Tudoque) (ThreeShot)
FanfictionLo que comenzó como una trasmisión de lo más normal en 31 Minutos, termina con un secreto expuesto a la luz y dos periodistas avergonzados y con el orgullo herido. La cosa pinta mal, y su preciada amistad de hace años parece haberse arruinado para...