14 días para volver | Rubegetta AU

Dia 3

Vegetta miro a Rubius un buen rato mientras dormía, apreciando la belleza de este. Luego, al darse cuenta la hora desperto al híbrido con cariño dándole unos suaves empujones, a lo que este murmuro "5 minutos más...".

– Vamos Doblas, no quiero que llegues tarde... – Este abrió los ojos y miró fijamente a Samuel con su cara de perrito, ese truco servía mucho cuando vivía con Mangel, pero al parecer con Vegetta no funcionaría para nada.

Rubius se levantó lentamente tomándose su tiempo para cada cosa, estirándose delicadamente y admirando la esquina de la habitación por unos minutos. Mientras tanto, Vegetta salió a hablar con los chicos en el bioma artificial que crearon. — Buenos días! — Exclamó Vegetta — Que hacen despiertos tan temprano?.

Willy y Fargan guardaron rápidamente sus máscaras tras un cofre, si Vegetta llegaba a enterarse que ellos eran de la hermandad oscura tambien, de seguro los echaría  del búnker. – Vegetta! Compañero! – Dijo Willy pasando el brazo por el hombro del mayor – ¿Como estas? ¿Descansaste bien?.
Definitivamente a Willy se le veía muy raro ese día, pero a Vegetta le dio igual, quizá estaba en uno de sus días, Willy siempre había sido difícil de comprender desde un principio.

Vegetta no se había percatado de que Doblas estaba allí en el mismo lugar que ellos.

— Hey chavales, ¿como estan? – Vegetta se había quedado Boquiabierto ¿Donde es que Rubén consiguió tanta ropa? Se veía exactamente como alguien en el apocalipsis.

Doblas llevaba su pelo despeinado como era la costumbre, llevando también un buso sin mangas bajo una campera de cuero, unos jeans descoloridos y unas botas. En la espalda también llevaba una mochila negra con las cosas necesarias, Comida (proporcionada por Vegetta), agua, sus espadas y arco.
Vegetta solo quedo ahí mirando hasta darse cuenta que Rubius estaría a punto de cruzar la puerta.

– Doblas... — dijo Vegetta acercándose a el Albino – cuídate, si? – Vegetta besó el cuello de Doblas y lo dejó ir.

Definitivamente esa era la despedida mas dulce que había recibido hasta el momento, Rubius se fue feliz. los pájaros cantaban y había un sol de la hostia. No parecía el apocalipsis, era uno de los mejores días en Karmaland. Pero cuando abrió la puerta de la muralla todo cambio, un humo negro cubría toda Karmaland haciendo que el paisaje empeore, Doblas miró unos segundos y luego dio un largo suspiro, bajando lentamente las escaleras que hacían que aquella isla NO sea flotante.
Doblas hizo todo el recorrido lentamente desde la casa de Vegetta hasta el laboratorio, cuidándose pasando por las sombras y lejos de los zombies.

Al llegar al laboratorio vio como algunas personas se encontraban como los científicos, el alcalde, Alex y una representante del pueblo.
Rubén saludó a todos y se sentó en una de las mesas de ese pequeño lugar.

Los científicos empezaron a hablar sobre el tema de los Zombies y de Mangel, unas cosas que habían encontrado.. Y luego mencionaron un libro que se encontraba en el museo. Rubén prestó atención "Esto debe de ser interesante" pensó. Los científicos explicaban de cómo unas tribus habían predicho esto...