Capitulo 7

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-¿Has podido hablar con ella?-Dijo Zack entusiasmado.

No quería responder, menos ver a Zack a los ojos y decirle que todo fue una gran mentira, que su esposa no murió culpa suya, que esataba esperando un bebe, no quiero.

-Cathy ¿que te ha dicho?-de vuelta repilico Zack con entusiasmo.

No abrí la boca, solo mire a mi alrededor, todo de mucho costo, computadoras, televisores extra grandes, mesas súper modernas, cosas que hacen falta para un hombre tan rico como Zack.

Zack se levanto y fue directo hacia una habitación de la casa, seguía posada en la cama, pensando que ah querido decir la mujer, ¿que con lo de Zack?, es algo confuso, el bebe, todo, ¿como Zack no se dio cuenta de que su mujer estaba embarazada?

Veo que el se acerca a mi con un vaso y un fluido raro dentro.

-Tomalo, tiene cafeína, te ara sentir mejor.

-¿Que es eso?-dije con mi voz muy calma.

Zack río, con su sonrisa encantadora, sus dientes blancos y sus repiqueteos.

-Y yo que pensé que no ibas a hablarme mas, esa cosa como le dices tu es Coca cola.

-No la pienso tomar ¿viste ese color?

Zack se sentó al lado mio y le dio un trago a ese fluido raro.

-Ves no es venenoso, si quieres no lo tomes pero no sabes de lo que te pierdes, ¿me puedes decir que te ah dicho mi esposa?

Me volví a quedar en silencio, ¿que hago?, ¿le digo la verdad?, ¿no lo hago?

-Llevame a ver a Timothy-mi voz por primera ves no sonó tan sumisa esta ves fue firme y sin titubeos.

-Hasme el favor y no te hagas la fuerte frente a mi, y no se si lo sabes pero a mi nadie me da ordenes, el único que las da soy yo, así que aqui creo que eres la única persona que me ha subido el tono y no me a dicho señor antes de cualquier frase, te estoy teniendo mucha pasiensia Catheryn, antes de que te obligue a que me llames señor, comportate.

Me calle y no dije mas nada, este hombre es muy engreído.

Mi mano tubo un impulso haciendo que me levante y tire todo el contenido de ese fluido en su cara, empapándolo todo y completamente, ¿¡que he hecho!? Yo no quería... ¿que me pasa?

-Perdón yo no...

Zack empezó a reír.

-Eres imposible, como me gustan las mujeres como ti-dijo riendo y llenado hacia una habitación.

Me quede muda, no puedo creer que no me a echado de su casa o por lo menos no me ha  regañado.

Fui a lo que se suele llamar cocina para buscar un trapo así limpio el lío que he hecho.

Busco entre cajones y trastos y lo veo, esta arriba de todo, acerque una silla me subí y lo agarre ¿por que ponen las cosas tan lejos de mi alcanze aquí? Siento que la silla se inclina por un movimiento errado que he hecho, caigo para atrás pero algo me detiene de la caída punzante y ese alguien es Zack con todo el pelo alborotado y solo una toalla  que le cubría todo el cuerpo, me pare rápidamente.

-Siempre estoy para salvarte, me debes unas cuantas.

Baje la vista, Zack solo esta con una   toalla que lo tapa, !una sola toalla!

-Emm si perdón, solo quería limpiar-mi voz había vuelto.

-Pero mira tu también te has salpicado te tienes que bañar, a lo de limpiar olbidatelo mis invitados y menos las señoritas limpian dejalo ya vendrá alguien, ahora ven a ducharte.

-Zack ya te he dicho que no puedo ni tocar el agua.

Su cuerpo semi descubierto hace que algo en mi se desmorone.

-Mientras dormías te he hecho algunos cambios, aregle tu estructura, ahora el agua no te puede hacer nada.

-¿Tu has hecho que?-mi tono de voz si que estaba alto.

-Tomalo como otro de mis favores y ahora ven a tucharte.

Zack tomo mi mano y me llevo por los pasillos sin fin hasta que me metió en un gran cuarto con el.

-Desvistete.

-Tu estas loco, adiós-dije tratando de mover el picaporte que no se abría.

-A la llave la tengo yo.

Agarro la llave con la mano y la tiro en el medio de una piscina que esta llena de espuma y agua.

-Ahora si de verdad quieres salir vas a tener que meterte.

-Tu...

Ojos de metalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora