Rubius nunca ha visto el rostro de sus amigos. Pronto descubrirá que sentimientos hacia uno de sus amigos empiezan a salir. Confundiendolo.
❥- Este libro fue inspirado de #RubiusCiegoAU en Twitter.
❥- Portada echa por mí.
❥- contenido Homosexu...
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La gente saludaba alegremente al rubio que caminaba tranquilamente por el pueblo, caminando con su bastón que normalmente no usa, y con una máscara de oso posada en su rostro, le disgustaba que la gente viera sus ojos y su cara llena de confusión.
-. Hola rubius, ¿Cómo te encuentras?.- Una pueblerina se acercó y saludo a rubius con una sonrisa.
El rubio sonrió tiernamente por debajo de la máscara, ya reconocía esa voz.
-. Hola nieves. Me va de maravilla, ¿y a tí?.- Rubén olfateo y levantó su mano, tratando de buscar el hombro de su amiga.
Nieves tomo delicadamente la mano de rubius, pues el chico tenía su mano muy por arriba de la cabeza de ella. La tomó y la bajo, indicándole dónde estaba.
Rubius rió con vergüenza. A nieves le gustaba mucho el rubio, era muy tierno y amigable con todos.
-. ¡Rubius!.-
Nieves miró por la espalda de Rubén, donde se escuchó ese grito, y miró como un pelinegro se acercaba a toda velocidad con las manos estiradas, rostro sonrojado acompañado de un puchero con los ojos llorosos. A lo lejos se acercaban los los guerreros que defendían a karmaland.
Rubén sonrió mostrando su colmillo cuando olfateo el olor de Vegetta.
Se giró y quitó su máscara, esperando a que Vegetta llegará. Nieves se puso muy roja cuando miro el rostro de Rubén, oh, cuánto amaba esos ojos que en realidad no podían ver nada, pero sabían a dónde miraban.
Vegetta llegó y con sus manos acurrucó el rostro de rubius en su pecho. Rubén no se lo esperaba, casi lo estaba dejando sin aire.
-. ¡¿Dónde estabas?!.- alzó el rostro del rubio y lo observó, buscando un tipo de cicatriz con preocupación en su rostro.
-. S-Solo salí a pasar.- contestó el rubio, posando sus manos en dónde se suponía que estaban las manos de Vegetta.
Los demás llegaron y se quedaron parados observando la escena de preocupación que hacía Vegetta.
-. Samuel, déjale en paz, no lo puedes tener todo el tiempo encerrado.- habló mangel rodando los ojos.
Vegetta soltó delicadamente a Rubén y se giró mirando a Mangel, con un pequeño tick en el ojo. Se acercó amenazante al de lentes
-. ¡Tu!.- se echó contra él, callendo los dos al piso. Vegetta arriba de Mangel, tomándolo del cuello.- ¡Primero me cortó un testículo antes de volverte a dejar a Rubén a cargo!.- dijo sacudiendo al contrario.
-. ¿Chicos que pasa?.- Rubén dió unos pasos, todos lo miraron, exepto Vegetta. Luzu se acercó a él y lo tomó de la mano.
-. Oh, nada, ven rub, te llevaré a comer.- dijo Luzu con una sonrisa.
