Me pare frente a la puerta de su habitación y toque a su puerta. Por el costado de mis ojos podía ver a sus guardias que estaban atentos a mis movimientos. Cualquier movimiento que presentara un peligro para su amo podría separar mi cabeza de mi cuello en un chasquido de mis dedos.
La puerta se abrió y el dueño del lugar me dejo pasar. Camine lentamente hasta ubicarme en el centro de su recamara. Toda ornamentada de oro y materiales finos que ni los mas ricos del mundo podrían comprar... pero se bien que esto no es mas que el recuerdo del antiguo dueño de este castillo. Él no es ostentoso, es austero. No le interesan las cosas materiales ni las vanidad de las cosas.
- No sabia que habías comenzado a beber.
Dije al ver la mesa con una jarra de vidrio llena de un liquido semejante al whisky.
- No lo he hecho. Es té.
- ....
- Sírvete si lo deseas. Recuerdo que eras una gran consumidora.
Camino dándome la espalda para mirar hacia las montañas de su tierra. Yo me quede mirando como este tiempo lo había cambiado. Dos años habían pasado desde que me fui...
Era tan alto como su padre, es mucho mas fornido y mucho mas fuerte. Su rostro es el de un hombre que ha visto cosas que nadie debería ver... sus ojos me lo dicen. Sigue siendo dolorosamente hermoso para mi... pero veo que en mi ausencia, algo en él se quebró hasta el punto de no retorno.
- Gracias por recibirnos.
- ... En esta guerra necesito a todo el que pueda pelear... no tengo permiso para decir que no.
- ... Quiero hablar contigo... sobre todo lo que ha pasado.
- ...
- Quiero que me escuches... y si al final de esta conversación me sigues odiando yo...
- Yo estoy enamorado de ti Raven.
- ....
- Así que ya deja de repetir esa estúpida frase.
- ...
- Jamas te he odiado. Jamas lo hice y no lo hago ahora.
- Damian...
- Pero no significa que no este decepcionado. No significa que este herido o me sienta traicionado... he pasado por demasiada mierda en estos dos años... y tu no estuviste a mi lado.
Me quede callada por unos segundos por sus palabras pero continué, indignada por lo que acababa de oír.
- Eso es un montón de basura Damian y tu lo sabes.
Giro molesto cuando mencione esto, sin moverse de su puesto.
- Por favor explícame si eres tan amable. ¿Explícame como es que estoy mintiendo?
- Llevo aquí mas de una semana. Y Cada noche...cada maldita noche veo a tu grupo de concubinas entrar en tu recamara. No me vengas con la mierda de que me amas si metes a tu cama a media docena de mujeres!
Se me quedo viendo en silencio... pero de sus labios salio una simple frase que no esperaba escuchar.
- No son concubinas. Son criadas. Ellas asean mis aposentos mientras yo trabajo en mi oficina.
- Eso es mentira! Deja de mentirme! La otra noche escuche gemidos desde la habitación de Deathstroke... y eran las mismas "criadas" que entran a tu habitación.
- El trabajo de ellas es satisfacer necesidades cotidianas. Slade las usa de esa manera. Shiva las usas también de esa manera. Harper, Kane, Kent... yo no.
- ... No me mientas...
- No lo hago... no he compartido mi cama con nadie.
Mire hacia el piso de madera bajo mis pies mientras mordía mi labio. Sus palabras me voltearon el corazón y el estomago tantas veces que mi cabeza se mareo y tuve que sentarme para retomar mis sentidos... pero un vaso de té frente a mi recibió mi absoluta atención al ver quien me lo estaba ofreciendo.
- Toma un poco... te ayudara con el mareo.
Yo recibí el vaso y él volvió a su lugar a mirar las montañas.
- Ahora que eso esta claro... ¿que me vas a contar?
Antes de entrar a esta habitación, estaba armada con un discurso, argumentos y pruebas de todo lo que hice y el por que de las cosas que hice... pero todo se ha desvanecido... como si todo hubiera sido una mentira.
- Yo... yo tenia... yo quería... el plan... e-el plan...
Damian me miro a los ojos. No puedo imaginar que cara tenia puesta yo que pude conmover su corazón. Se acerco a mi y comencé a descargar todo lo que tenia dentro de mi ser.
- Yo... no soy mas que una tonta estúpida... que dejo que la llevaran engañada... pero... pero
- ...
- Pero esos...ESOS MALDITOS HIJOS DE PUTA!... LES DIJE QUE QUERÍA AYUDAR... PERO EN VEZ DE ESO TRATARON DE APRESARME EN EL INFIERNO... ESE INGLES INFELIZ ME CAMBIO POR SU MALDITO LICOR!.. LA ZORRA DE ZATTANA ME ENCERRÓ POR UN CONDENADO AMULETO!... TODOS...TODOS ESOS HIJOS DE PUTA ME PROMETIERON AYUDAR A CONTROLAR A MI PADRE!... ELLOS!... ellos...
- ...
- Por dos años... luche por volver con ustedes... contigo...
Damian se había sentado a mi lado mientras yo, entre lagrimas, decía lo que por tantos días había querido decirle.
- ... Te dije que volvería lo mas pronto posible... y que cuando lo hiciera... iríamos a cenar con tu padre y el señor Pennyworth...
- ...
- ¿Como iba a saberlo?... ¿como podría yo saber... que el fin del mundo llegaría?
- ...
- Lamento... lamento tanto...
- No hubieras podido hacer nada ese día.
Lo mire con lagrimas en mis ojos. Se acerco a mi y con su capa las seco mientras daba un largo suspiro, recordado aquel día.
- Nadie pudo hacer nada... mas que morir.
- Por favor créeme... pelee tanto...tanto por volver aquí... quería verte... era lo que mas anhelaba.
- ...
- Te creo Raven... eso solo que... lo que vez ahora... no es mas que el cascaron de Damian Wayne.
- ... Yo aun te amo...
- ...
- Te lo dije antes de partir... te lo digo ahora... Yo te amo.
- ...
No lo he conmovido con mis lagrimas ni mis palabras... el miedo a que me rechace de una vez por todas me inunda el corazón... pero cuando sentí su brazo cubrirme y llevarme hacia él. Pude sentir una leve sensación de satisfacción de su parte.
- ... ¿Damian?...
- Déjame recordar aquellos días...cuando era feliz.
-
