Siempre he sido muy consinte de que soy un joven común y corriente quedando en la palabra normal, con una gran pasión por las Artes.
Hasta que un día llegó una oportunidad que jamás pensé que mi vida daría un gran cambio al aceptar ir aquella univer...
Era ya la tarde en Tailandia donde soplaba un fresco viento moviendo armoniosamente las hojas de los árboles.
En la gran como una de las mejores universidades de Artes plásticas en Tailandia en una de sus aulas se encontraba un hermoso joven.
De piel tan clara como la porcelana, de una cabellera tan negra como la tinta que se usa tradicionalmente, unos expresivos ojos color cafés, un hermoso rostro ovalado con una afilada y linda nariz, unos bien proporcionados labios de un atrayentes color cereza, y aquello lentes que caían levemente por el puente de su nariz. Era una obra de arte aquel joven quien lo viera pensaría que venía de otro mundo, se dedicaba a contemplar por la ventana el paisaje sosteniendo en su mano aquel pincel a un con pintura.
Para el joven que cursaba su último año de universidad había sido un largo día, llenos de trabajos de las diferentes clases, había salido sin decir adiós a sus dos amigos para ir directo a terminar aquel recuadro. Era sumamente gratificante para el pintar cada trazo, dar color y vida a lo que pintaba, ser pintor era su mayor sueño desde de muy temprana edad.
Así que con eso en mente se propuso hacerlo, así llegando a ser aceptado en la mejor escuela que podía haber en Tailandia. Sus esfuerzos habían dando frutos pero su mayor aspiración era ir a la prestigiosa escuela de Artes plásticas en China.
El junto a sus dos mejores amigos eran originarios de China, pero hace más de diez años se habían ido a vivir a Tailandia por el trabajo de sus padres, en aquel tiempo habían aceptado. Ahora la cosa era diferente querían regresar a China y poder estudiar su último año de universidad allá pero eso era más que un sueño solo para el.
Como era su personalidad era imposible que se animara a salir de Tailandia, era un chico extrovertido que no hablaba mucho, que prefería estar leyendo o pintando en vez de salir a fiestas, no era interesante y era muy callado, se la hacía difícil comunicarse con los demás sin tartamudear, era en una palabra normal no era como decía su mejor amiga de la infancia. Puedes ser un modelo con ese rostro de las mejores revistas hasta actor, solo para el pensar en eso se sentía estafado. Era obvio que el no se daba cuanta de lo bien parecido y guapo que era pese a tener unas manchas de pintura en su rostro. Lo hacía ver más atrayente y guapo eso era lo que todas las personas veían quería estar cerca de él pero siempre había una barrera que se lo impedía.
Listo solo debe dejarse secar más y podre darcelo es el mejor regalo.
Con una sonrisa adornando su rostro con cuido pasa con suavidad el pincel sobre la pintura a un fresca, mezclando los colores a la perfección con el blanco hacia poniendo su nombre en la esquina de este mismo. Sabia que le iba a encantar ya su mejor amiga amaba los paisajes nocturnos como las estrellas, no había mejor regalo para ella que aquel recuadro que al mirarlo hacia su mente volar.
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_Es hermoso ZhanZhan_escucha de repente aquella suave y risueña voz haciendo que brincara en su lugar sin no antes quitar el pincel_
Xiao Zhan miraba a la persona recién llegado con las mejillas sonrojadas por la repentina visita, su mejor amigo tenía una mirada apenada y una dulce sonrisa miestas observaba la pintura.
