Al día siguiente Chaeyoung y Mina dormían plácidamente en sus propias camas. No era temprano, más bien se acercaba la hora de comer, pero las dos chicas habían pasado una semana agotadora y estaban aprovechando su momento de descanso.
Todo era tranquilo hasta que unos toques en la puerta despertaron a las cansadas chicas.
-Buenos días Mina.- saludó Chaeyoung con una enorme sonrisa en su rostro, pero soñolienta por el cansancio que aún tenía.
-Buenos días Ch~
-MINA ABRE LA MALDITA PUERTA.- Mina inmediatamente reconoció esa voz y miró a Chaeyoung asustada, quien le dedicó una mirada tranquilizadora.
-¿Qué hace aquí? Estamos en alerta de temporal y nos dicen que tenemos que quedarnos en nuestras casas. ¿Por qué diablos este idiota no cumple lo que le mandan?- se quejó la coreana.
-Es sábado... Yo... Él~
-Eh, Mina, todo va a estar bien ¿vale?- tranquilizó Chaeyoung.
-SÉ QUE ESTÁS AHÍ. COMO NO ME ABRAS LO VAS A LAMENTAR.- volvió a gritar Bambam pegándole más fuerte a la puerta.
-Chaeyoung escóndete en el armario, rápido.- dijo Mina empezando a desesperarse, si le hacía algo a la coreana, no se lo perdonaría jamás. Se levantó, sacó a Chaeyoung de la cama y empezó a empujarla hacia el armario.
-Escúchame.- dijo Chaeyoung frenando la acción de Mina y agarrándola de los hombros para que le prestara atención. -No pienso dejar que ese asqueroso te ponga una mano encima y, aún menos, tener que verlo sin hacer nada.- se negó con cara seria. Sin más, Chaeyoung agarró la mano de Mina y empezaron a andar por la casa.
-¿A dónde piensas llevarnos?- preguntó Mina extrañada y sorprendida por lo que acababa de decir su contraria.
-Todavía recuerdo los sitios de esta casa.- respondió la coreana con una sonrisa.
Se dirigieron a la cocina y justo cuando abrieron la puerta, un fuerte estruendo que procedía de fuera se escuchó por toda la casa.
-Mierda, nos tenemos que apurar.- se lamentó Chaeyoung mientras cerraba la puerta de la estancia y se dirigía a una parte de la pared marcada con un punto rojo. La coreana se acercó e hizo palanca en un saliente de dicha pared. La más baja logró abrir la especie de puert y, las dos entraron, Chaeyoung tiró de una cuerda que estaba colgada del techo haciendo que una especie de habitación quedara iluminada. Mina quedó alucinada al ver el lugar y recordó los momentos vividos con la pequeña coreana mientras esta se encargaba de cerrar la puerta. Se acordaba de todas las veces que se escondían aquí cuando la madre de Chaeyoung venía para recogerla, pero ella no se quería ir y se escondían las dos ahí. Se acuerda de ese día en el que lo pasaron montando su "guarida secreta" con unas mantas tiradas en el suelo para sentarse y una pequeña mesa donde hacían sus espectáculos, también habían juguetes viejos tirados por el suelo y aquellos micrófonos de plástico que habían utilizado tanto.
-Dios mío Chaeyoung este lugar...- pero no pudo acabar la frase ya que un mar de lágrimas comenzó a generarse en sus ojos. La coreana se acercó y la abrazó, ella también había empezado a llorar pero lo hizo en silencio.
-Lo sé. Sigue siendo mi lugar favorito.-
-MINA ÁBREME.- gritó Bambam. El tailandés seguía petando a la puerta y reclamando la acción de abrirle el paso a la japonesa. -ME ESTÁS ENFADANDO.- después de lo último dicho, Bambam dejó de hacer ruído. Sólo se escuchaban las gotas de lluvia chocar contra el techo en un día lluvioso como ese.
-A lo mejor ya se ha ido.- comentó Chaeyoung. -Voy a mirar.-
-Espera.- dijo Mina deteniendo el andar de su contraria. -Bambam no se cansa tan rápido.
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Rewrite The Stars (Michaeng) (PAUSADO)
Romance"Aunque el cielo esté repleto de estrellas, ninguna será capaz de igualar el brillo de tus ojos." "Hay una diferencia entre quien te ofrece las estrellas y quien te lleva a ellas: los primeros te quieren; los segundos te aman." "¿Y si reescribimos l...