Capítulo VIII

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  Cuando Paul detalló la intimidad que la habitación correcta le ofrecía, se permitió cierta indignación consigo mismo. La mentalidad domable y sumisa de Paul, aún era opacada por deliberados pensamientos entre lo que era considerado correcto; y aquello que íntimamente, su corazón añoraba entre cada húmedo contacto de labios febriles y demandantes.

  La calidez de John, disfrazada de aparente frialdad, luciendo rudimentaria, le alimentaba los sentidos, derrochando estimulación sugestiva a través de expresiones faciales cegadas por placer; por timidez, valentía y cariño.

  Paul realzaba sus peculiares ojos, con encanto y tal vez admiración, en la dirección opuesta; en un camino repleto de experiencias arriesgadas y perdidas, en las que su vulnerabilidad e inocencia sería opacada con indiferencia y resultaría perdida. John mantenía con anticipo, su curiosidad consternada; él era rudo, experto en controlar sentimientos —propios y ajenos—; calculador y vagamente expresivo.

  Aquella noche, cuando Paul gimió húmedamente entre sus piernas; con el pulso acelerado, y sus manos reencontrándose detrás de su cuello; cuerpo arqueado y obscenidad despierta bajo aquella tela grisácea, John entendió que sus movimientos inexpertos eran cautivantes.

  Sus dedos curvados con anticipo eran muestra de excitación previamente estimulada por palabras sugestivas, que John admitía utilizar cuando era conveniente. Los labios sonrosados y entreabiertos, exhalando súplicas húmedas queriendo ser satisfechas...

  John presionando su fuerza contra la prenda íntima de Paul, reclamándolo discretamente por medio de marcas rojizas impregnadas de saliva y movimientos sensuales y placenteros, incrustados a la piel lechosa perteneciente a la curva sublime que unía su cuello con los hombros.

  Paul era una constelación perdida, elaborada en el espacio exterior; sus labios como el borde de una galaxia cayendo en su lugar; y los besos que su esencia ofrecía, podían doblegar la lluvia con íntima facilidad. Paul era un amante moderno; pero con mentalidad antigua. Y John amaba complicarse con tan arraigada personalidad.

  "John..." su dulce voz salió entre gemidos suaves; Paul removiéndose sobre sus muslos con fervor; con el sonido de la puerta abriéndose quedamente, sin lograr distraerlo.

  Los promiscuos orbes de John, dieron cálida bienvenida a la frívola y vagamente sorprendida mirada de George; quien se había detenido en el umbral de la puerta para apreciar la escena de un adolescente acongojado por caricias ajenas; arqueándose con perdida elegancia, luciendo inexperto por los besos consternados que John depositaba sobre su cuello.

  Y George entendió, por medio de aquellos encantadores orbes hazel sumidos en deseo con cariño de por medio, que John lo estaba sobrellevando a través de su tan peculiar personalidad; sin darse el tiempo de involucrar más que palabras deleitables y caricias calientes que asaltaban sentidos inexpertos.

  Paul estaba cayendo; sus límites cada vez eran más indiferentes; su razón era opacada con interés y curiosidad; con un sentimiento envolvente que iba formándose de forma discreta y sumisa, entre su dependencia emocional y seguridad propia.

  George dió vueltas entre la frialdad de sus sábanas, con la imagen perpetuando en sus pensamientos insistentes transformados en insomnio aparente. Deseaba pensar que las intenciones bilaterales de John, realmente eran benévolas y bondadosas; quería someterse a la idea —ilusa, mayormente— que los sentimientos virtuosos e ingenuos de Paul, serían correspondidos como él merecía...

  Pero John era una explosión de incertidumbre, con pensamientos egoístas ; planes atractivos y acciones ambiciosas.

... Y George conocía lo suficiente a Paul, para entender que su perspectiva de John, se dirigía en sentido opuesto al correcto; simplemente era domado por medio de caricias vacías que John proporcionaba cada que deseaba seducir o consternar; por palabras desiertas de realismo, disfrazadas de sentires malintencionados.

Suck It And See |Mclennon|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora