♫Día 412...♫

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"No se como se supone que te escribiré esto, después de lo sucedido anoche, y ya que lo sabes todo... ¿te parece si te relato todo lo que me hiciste en esta carta? Bueno, lo haré.

Al llegar a la casa de Chenle, donde sería la fiesta, lo primero que hice fue buscarte con la mirada, no te encontré en el patio, así que supuse que estarías dentro de la gran mansión. Al entrar me acomodé en la sala, donde la gente se compartía amor con besos y abrazos, por un momento me imaginé a nosotros dos en alguna de esas situaciones, una sonrisa se formó involuntariamente en mi rostro.

Cuándo por fin te ubique con la mirada, tú ya me estabas viendo de antes, lo hacías con una sonrisa maliciosa y picara, mientras Renjun te susurraba algo al oído. Inmediatamente separé mi vista de la tuya y agaché mi cabeza, mientras me sonrojaba. Pero antes de que pudiera hacer algo, unas inmensas ganas de usar el baño se hicieron presentes.

Así que subí las escaleras esperando encontrarlo. Y si, ahí estaba el baño de la casa de Chenle, entre e hice todo lo que necesitaba. Cuando terminé, me acerqué al lavabo para lavarme las manos, y así lo hice, cuando la puerta detrás de mi se abrió, lo supe por el sonido que esta emitió... y Jeno... este es el momento de que te vallas arrepintiendo de haber leído esa carta, porque no hay vuelta atrás.

Me giré hacia atrás, encontrándome contigo. Tu semblante era serio, no parecías reflejar alguna emoción alguna. "J-Jeno..." tartamudee. Antes de poder decir algo más, me abalanzaste sobre mi, tomándome de la cintura, mientras me besabas, todo esto mientras yo estaba en un trance al no entender que estaba pasando. Lentamente bajaste tu mano a mi intimidad, a lo que inmediatamente te detuve "Deja de hacerte el acomplejado y acabemos con esto de una buena vez" dijiste.

En ese preciso instante, todo tuvo sentido. Renjun susurrándote en el pasillo mientras me veías, Chenle invitándome a una fiesta sabiendo que nadie ahí me conocía, y la misma situación con Renjun, pero ahora en la casa de Chenle. Acaso... ¿estaba siendo usado?

Quite mi mano de la tuya, como me lo ordenaste. Me arrastraste hasta un cuarto y nos encerraste con seguro. En menos de 50 segundos te habías desecho de la ropa de ambos, no quería pensar en lo que estaba por pasar, no quería tener esa idea en mi cabeza. Aunque ese era mi destino. Me empujaste a la cama, me pusiste en cuatro y me penetraste sin piedad alguna, aún gemido ahogado salió de mi boca. Pero no era uno de placer, era uno de dolor. Mordí las sábanas al sentir como golpeabas mi trasero para que me callara. Y así seguiste, con un ritmo duro, en ese momento solo quería llegar a mi casa y dormir, pensado cosas buenas de ti, pero no podía.

En menos de 12 minutos ya te habías corrido dentro de mi. Mientras yo trataba de recuperar el aliento y sangraba por la parte en la que tú habías entrada hace algunos momentos atrás, tu ya te habías cambiado, te acercaste a la puerta ya con tu ropa ya puesta y me dedicaste una mirada burlana mezclada con asco, para después decir "No quiero otra de tus putas cartas en mi casillero, ¿oíste?".

Jeno, no se en que momento llegamos ahí, claro que me quería acostar contigo, pero no es esa situación, ¿que fue de nosotros? ¿Que fue de mi dignidad en ese momento?"

—Na Jaemin

Jeno golpeó con furia el suelo frío son su puño derecho, cuando un policía se acercó a la puerta y le habló al único recluso de ese cerrado lugar.

—Lee Jeno, afuera, tu juicio por violación ya va a empezar...

𝐢𝐧 𝐦𝐲 𝐦𝐢𝐧𝐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora