El Participante Número 10

La Primera Reunión

Estoy en un cuarto oscuro, poco a poco tomo el control y me siento en un sillón extraordinariamente cómodo, la tela cambia de colores y brilla en la oscuridad. Respiro profundamente, inhalo... Exhalo... Lo repito dos veces más; inhalo... Exhalo... Inhalo... Exhalo.

A mi izquierda se sienta Xa... De momento es mejor ocultar su nombre, le llamaré YRe, a mi derecha el sillón se extiende para dar asiento a una multitud que es finita pero desde aquí no alcanzo a percibir cuantos son, esta oscuro pero alcanzo a ver al menos a cinco personas, no, estoy equivocado son nueve...veinte... entre más me enfoco en encontrar al último más y más tipos se incorporan a esta sala oscura, el asiento donde me encuentro se curva formando un sillón circular que termina donde está sentado YRe, no hay que prestarles importancia a todos los que están sentados en los sillones más lejanos, con los 9 que están sentados cerca de mi en este sillón circular es suficiente por ahora para describirlos, pues prácticamente todos son idénticos, parecen gemelos idénticos pero con ciertas diferencias, son de mi edad, 30 años.

-Hey, ¿cómo están?

Me quedo atónito, todos hacen la misma pregunta al mismo tiempo pero ya lo esperaba y la mayoría responde casi al unísono, mis oídos retumban con el eco de su saludo. Yo también respondo

El más cercano a mí tiene una vibra super agradable, está feliz y sonriente se le ve muy agusto, me respondió super feliz, el siguiente muestra un semblante mucho más aterrador, parece que le han traído contra su voluntad, es un tipo desagradable y malhumorado. El siguiente tipo muestra un semblante muy sereno, no se perturba ante nadie, mira a todos pero no mira a nadie, observa con detalle a los presentes, los analiza y me analiza, su presencia lejos de incomodar me da la impresión de ser demasiado sabio. Me perturba un poco el parecido físico de todos y sus notables diferencias. El cuarto tipo a mi derecha se le nota inquieto, distraído, muestra una actitud desinteresada ante lo que acontece, parece estar perdido en su mundo. El que está a su derecha, el quinto a mi derecha se le nota muy diferente, con incertidumbre y ganas de saber que ocurre, tiene ganas de hablar, y de escuchar al mismo tiempo, desde aquí lo puedo percibir.

Podría seguir describiendo a cada uno de los presentes que están en este cómodo sillón circular pero cada que trato contar a los presentes parecería que se agranda el sillón y veo más tipos físicamente identicos pero con ligeras diferencias entre cada uno.

Con esos 5 basta describir la reunión que parece va a comenzar. Pero ese tipo, el noveno que está sentado a la izquierda de YRe me llama mucho la atención, se le ve en forma, con seguridad, maduro e inteligente, da la impresión ser muy completo hábilidoso, un tipo perfecto.

YRe se coloca de pie en medio del círculo. Se dirige a todos los presentes, a los que estamos en el sillón circular y los que están más alejados, a todos y cada uno de ellos les saluda con la mano alzada para que todos podamos verle.

La sala esta muy oscura y todos prestamos atención a sus palabras, presto atención a sus palabras y lo primero que me sorprende es que habla en segunda persona del singular.

-Ayer ya has hecho la primera prueba y ha funcionado de maravilla, lo que sospechabas es cierto y estas aquí como un aprendiz hasta que te vuelvas un experto y entonces sí te conviertas en un maestro, hoy no repetirás lo que hiciste ayer, hoy quiero que te conozcas, hoy descubrirás quien es cada unos de los presentes, hay una regla importante que debes seguir y la cual es imposible de quebrantar, puedes preguntar lo que desees pero descubrirás que la pregunta que realices es la misma que realizas tu y tu y tu- esto lo dijo YRe señalando a cada uno de los presentes- la preguntaras al unísono y responderás también al unísono. Justo como lo hiciste al saludar.