–bien Hanna, llegamos –
Hay un escritorio afuera justo a un lado de la gran puerta supongo que es donde está la secretaria o secretario, quien sabe.
–señor Aidan– llega una chica alta y rubia –buenos días, ha llegado temprano––tarde! Señorita– se mira la muñeca dónde lleva un reloj – es para que usted hubiera recogido a la señorita Hanna.
–lo siento señor no se vuelve a repetir– le hace un leve reverencia.
–no lo sienta señorita– se calla por un segundo, vaya si tienes sentimientos – solo asegúrese que no se repita, para la otra ya no tendrá trabajo– okey retiro lo dicho
Aidan abre la gran puerta y esta decorada toda de negro, hay cuadros sombríos y todo da miedo, me da escalofríos de solo ver el gran salón o más bien oficina de este joven.
Veo como el toma asiento y me hace una seña para que yo también lo haga–bien Hanna recuerdas porqué estás aquí– alza una ceja, sus ojos son tan bonitos y hipnotizantes
Hanna no seas estúpida- me recuerda mi subconsciente
– no recuerdo nada de mi pasado, no se ni como rayos llegué aquí, no sé si realmente me llamo Hanna, simplemente no se nada– vaya si que necesitaba decirlo
– vaya así que no sabes lo que hiciste– coloca los codos en el escritorio y una de sus manos se dirige a su barbilla – Hanna... Hanna... bien estás aquí después de salir del hospital de un grave accidente– teclea su computadora y hace un gesto de repugnancia.
Que hice, no sé que delito cometí o que daños tan graves hice para estar aquí, sigo sin entender nada
– qué?.
– Hannah de verdad no recuerdas nada?– me mira con compasión y odio que me mire así y odio más no saber porqué odio eso – bien pues te contaré que te paso – se acomoda en su asiento – estuviste un año en estado de coma
– qué? Por qué?– lo interrumpo, estoy alterada
– necesito que te relajes– me mira a los ojos y después su vista se va de nuevo a la computadora –al parecer ibas en estado de ebriedad y perdiste el control y te impactante en un muro – se vuelve a callar al parecer está preocupado – fuiste transferida en estado de gravedad a un hospital de España central, ayer por la mañana despertaste y al igual que hoy no recordabas nada, tu familia estaba en desesperación por saber si volverías a hacer de las tuyas y decidieron encerrarte aquí en un internado para señoritas.
Tengo tantas dudas pero solo miro al frente lo observo pero no puedo, los ojos se me llenan de lágrimas y amenazan con un pronto llanto
– Anna por favor no llores– se levanta y me ofrece un pañuelo.
– necesito saber más– me seco las lágrimas y mi vista se posa de nuevo en sus ojos –cómo me llamo?, Por qué estaba ebria?, Qué le hice a mi familia para que ya no me quisiera soportar, acaso era tan mala?– me siento como una niña pequeña
– es todo por hoy te daré ropa que debes utilizar diario y te daré un reglamento– habré un armario
– no estoy lista.
–para que– lo escucho a lo lejos
– no se si recuerde como se lee– suena ridículo lo sé. Oigo como se ríe y me siento más como una niña
– Anna si tuviste la capacidad de hablar, probablemente tendrás la de leer, mmm... Además no estarás sola tendrás a una rectora que aparte será tu enfermera ya que no sabemos si vuelta a pasar lo de ayer
– lo de ayer? Que hice?– estoy más confundida que al principio
– Hanna! Ya basta– me entrega una bolsa transparente dónde se alcanza a ver telas de color gris, probablemente sea el uniforme del que hablaba hace unos minutos y encima una hoja de tamaño oficio – estarás bien, además yo estaré al pendiente de ti y tu proceso y si eres una buena chica saldrás pronto.
Se escucha que tocan la puerta y Aidan retira su mirada de la mía
–adelante– dije de manera frívolo– señor Gallagher– es una chica alta y de tez blanca –soy la enfermera de la señorita Hanna – me mira y yo me levanto –es un gusto señorita Goulding– me tiende la mano y la tomo –soy Amelia su rectora y enfermera, me encargaré de usted en todo momento– me dedica una sonrisa y le devuelvo el gesto y retiro mi mano de la suya.
–soy Hanna o así me ha llamado el señor Gallagher– vuelvo a sonreír pero esta vez de pena
– descuide poco a poco recordara todo y vera que este lugar es un buen lugar para usted– sonríe aún más exagerado me da miedo – por ahora tiene su primer visita y le mostraré su dormitorio.
Visita, de que habla está mujer, en fin, me da igual, nos despedimos de Aidan y salimos de esa oficina
– creo que su visita a llegado ya– me dice mientras miro la silueta de alguien.
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Hola, le ha gustado? ❤️
Estos en el número #48!!!
Agradezco el apoyo!! ❤️
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Sueños De Una Adolescente
RandomTras el accidente de Hanna es llevada a un internado para señoritas el cual es dirigido por el padre de su gran amor. Pero no todo es lo que parece,