Epílogo

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Yoongi terminó de acostar al pequeño Byeon, cantando una suave canción de cuna mientras su bebé cerraba sus ojitos, apretando uno de sus peluches para dormir.

Su niño terminó por dormirse completamente y él abandonó la habitación, yendo al dormitorio que compartía con Taehyung, no lo encontró, ahogó un grito cuando los brazos del mayor rodearon su cintura, asustandolo.

Escuchó la risa de Tae en su oído, la cercanía lo hizo ruborizarse.

— ¿Te sorprendí, cariño? — susurró, sus labios tocaban su oreja, antes de que pudiera responder, el castaño bajó al cuello del menor y comenzó de dejar suaves besos.

— T-Tae— Yoongi pasó saliva con nervios.

—Yoonie, déjame besar tu cuerpo de nuevo— pidió—. Hace mucho no lo hago, quiero hacerlo, lo estuve esperando, ¿Me dejas? — y es que desde su regreso a su mundo, Yoongi no lo había dejado dar un vistazo a su cuerpo en ningún momento de aquellos estresantes dos meses.

Y continuó dejando húmedos besos en su cuello, que lo hicieron jadear hasta asentir.

Taehyung lo volteó, besando sus labios mientras avanzaba hacia la cama, con Yoongi caminando de espaldas, el mayor se detuvo antes de que su amado chocará con la cama.

Sin dejar de mirarlo, Yoongi se recostó sobre las sábanas, su respiración agitada y su expresión necesitada eran más que hermosas.

Taehyung se colocó a horcadas sobre él, sus manos pasaron por debajo de la remera de Yoongi, acariciando su torso con suavidad hasta pasarla sobre su cabeza.

Entonces, Yoongi cerró los ojos y quiso irse, no quería que Tae viera lo que había cambiado.

Su cuerpo con músculos marcados se veía más perdido, el embarazo había echo que una capa de grasa cubriera sus músculos que también se habían reducido por la falta de ejercicio y de gravedad en el espacio, notando se menos que antes, pero en su estómago se notaban las estrías, esas cicatrices que adornaban su bajo vientre y que a él no le gustaban.

Sintió Taehyung tocarlas con la punta de sus dedos, trazando el camino de esas líneas.

Se cubrió el rostro con sus manos, sintió las lágrimas en sus ojos y se mordió con fuerza su labio inferior.

— Yoonie— Taehyung se acercó a él, su voz era suave, sus manos tomaron sus muñecas, en una señal para que las apartara, pero no lo hizo, Yoongi negó—. ¿Qué pasa, amor?

El castaño se acercó a él para dejar besos sobre las manos del menor, luego de unos cuantos un sollozo escapó de los labios del pelinegro, haciendo que Tae se separa un poco con preocupación en su mirada, Yoongi apartó sus manos y lo miró como si pudiera disculpas.

— Yoonie, bebé...— Taehyung limpió sus lágrimas—. No llores... ¿Por qué habría que llorar, cariño?

— N-No me gustan— murmuró, una de sus manos escapó del agarre de Taehyung para cubrir un poco esas cicatrices.

— Yoonie... — murmuró el mayor, se alejó de su rostro, para bajar hacia su vientre, tomó la mano que cubría un lado de su bajo abdomen, y un par de esas marcas, para comenzar a dejar besos sobre ellas, besando con cariño su piel mientras seguía tomando su mano.

Yoongi sonrió, se sintió tan bien en su interior ese gesto, y Taehyung no se detuvo, continuó besando cada una de esas marcas, sacándole unos cuantos suspiros por estar tan cerca de su parte baja, mandando cosquilleo por toda su columna en algunos besos más calientes.

Sus manos se separaron sólo cuando Taehyung se apartó para quitarle las prendas que le quedaban a su amado, dejando su cuerpo totalmente a la vista.

Besó a Yoongi en los labios una vez más, impulsado por todo el amor que le tenía, que florecía cada vez que lo miraba, mientras pasaba sus manos por todo el cuerpo del menor, sacando suspiros y jadeos entrecortados por el encuentro de sus belfos.

Se encargó de decirle que lo amaba, nunca se cansaría de decirlo, miraba a esos ojos llenos de estrella con admiración y cariño, Yoongi sonrió apenas un poco, sus lindos dientes se asomaron entre sus hinchados labios como respuesta.

Y besó todo su cuerpo de nuevo, volviendo a encontrar sus labios con cada centímetro de su piel, que tanto había extrañado.

Podría decir que estaba algo cambiado, pero lo amaba igual, amaba esas nuevas marcas también, porque eran la prueba de lo que había logrado, del fruto de su amor y de su lucha.

Y amaba a Yoongi también, con todo su corazón, con todo el universo en su interior, y lo seguiría haciendo por siempre, hasta que los astros dejen de girar, hasta que el universo desaparezca y todo vuelva empezar, y seguramente, incluso luego de eso, lo amaría también.

Sweet Star ~Taegi~[ADAP.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora