La Batalla De Los Tres Reinos

2- La Actualidad

Mariposas, campos verdes y con muchas flores, parecen días de tranquilidad en los reinos de Eldar y Erigion, después de tantas batallas, de tanta sangre derramada, por fin se podía escuchar el canto de los pájaros y no esos horribles gritos de angustia. Los habitantes de estos dos reinos, a pesar de la tensión que había entre ellos, vivían en tranquilidad, habían vuelto a su vida diaria sin temor a tener que ir al campo de batalla, aunque esta tranquilidad no duraría mucho...

Desde hacia días, en el reino de Eldar se oía a voces que en el reino de Herugurth habían sacado sus tropas para atacar al reino de Eldar que aun estaba en recuperación de aquellas duras batallas contra el reino de Erigion. Dichas voces llegaron a los oídos de Eruannë que en seguida se puso a informar a su madre Elentari reina de Eldar.

-Madre, el pueblo esta preocupado, dicen que han visto a hombres del reino de Herugurth merodeando por el bosque, con la intención de un próximo ataque a este nuestro reino! -Exclamo Eruannë intentado ocultar su preocupación.

-Hija mía.. No tienes que preocuparte por el reino de Herugurth, hace mucho que nadie ve a un solo hombre de dicho reino, se lo habrá inventado algún fanfarrón.. Nuestro único enemigo es el reino de Erigion, más concretamente Finwë el asesino de tu padre - afirmo con desprecio- esos son los únicos enemigos nuestros ahora mismo!

-Madre no piensas con la cabeza! Padre se busco el solo la muerte por su obsesión de conquistar los tres reinos y tu vas por el mismo camino! O abres los ojos o el reino de Eldar sera destruido entre gritos y ríos de sangre!

-Como te atreves a hablarle así a tu madre y encima decir eso de tu padre! tu eres mi hija? dime que te ocurre que no ves la realidad? a caso quieres traicionarme?!

-No madre! -exclamo Eruannë mientras se marchaba dando un portazo de la rabia producida por aquellas palabras de su madre.

Eruannë visto lo visto, decidió actuar por ella misma y asegurarse de que esos rumores sean verdad después de todo y teniendo a su madre en contra, la única opción era ir por si misma a comprobar que se tramaba Morgoth o también conocido como Enemigo Negro, rey del reino de Herugurth. Así que sin más dilatación cogió el caballo más veloz y puso rumbo a su investigación.

Eruannë llego al bosque que divide los tres reinos y solo con adentrarse unos metros se dio cuenta de que algo raro pasaba, todo era mas frió que antes, un escalofrió recorrió su cuerpo, pero incluso con esa mala espina metida en el cuerpo decidió seguir adelante, tenia que averiguar que ocurría exactamente y lo que podía suceder.

Siguió adelante confiada en que nada malo podía ocurrir, al fin y al cabo, hacia muchos años que no se veían hombres de Herugurth. Con es idea en la cabeza siguió adelante, pero cada vez, más preocupada en el fondo porque sabia que no todo iba bien...

-Que ocurre Eärwen?! -Exclamo Eruannë al relinchar su caballo dos o tres veces.

Antes de que se pudiera dar cuenta y reaccionar, dos hombres del reino de Herugurth, dos espías del señor Morgoth, el enemigo negro se le echaron encima, estaba claro ya que no solo eran rumores, sino que era verdad habían espías por lo cual estaban preparando un ataque hacia Eldar.

Eruannë se puso de pie tras la embestida que sus dos enemigos, saco una espada pequeña que consiguió antes de salir de Eldar y en tono desafiante pregunto...

-Quienes sois y que hacéis en la parte del bosque de Eldar? Si no salís de este bosque, pagareis las consecuencias

-No es asunto tuyo mocosa - contestaron los espías a carcajadas- pagaremos las consecuencias? que vas hacer darnos unos bofetones? o matarnos?

-Bien, vosotros os lo habeïs buscado. - replico Eruannë enfurecida tras aquella ofensa

Los dos espías fueron cara a Eruannë confiados en si mismo en que aquella mocosa no podía hacerles nada, eran superioridad numérica y encima contra una mocosa, así que empezaron atacarle sin mucho esfuerzo, pero para sorpresa de los espías, Eruannë sabia lo que hacia y se manejaba bastante bien con la espada. Los espías siguieron atacándola cada vez mas deprisa y con más fuerza, no podían creer que aquella mocosa aun estuviera de pie y aguantara tanto rato sus ataques.

-Que ocurre, no podéis con esta mocosa? -dijo Eruannë medio burlándose de sus enemigos y medio sorprendida- Os lo advertí que huyerais, pero no me hicisteis caso! - Exclamo confiando en si misma después de ver como iban las cosas

- Nunca nos rendiremos, le debemos la vida a nuestro señor

Esta vez la que empezó atacar fue Eruannë, cogía carrerilla y ataco a uno de los espías, clavándole la espada en el brazo, se giro esquivo el ataque del segundo espía y le ataco por la espada esta vez clavándole la espada en la espada y matando así a uno de sus enemigos. Tras la muerte de su primer enemigo, cogió más fuerza y más confianza en si misma, atacando una y otra vez a su otro enemigo hasta que también termino con su vida.

Una vez terminada la pelea, se puso a buscar a su caballo Eärwen que tras la embestida enemiga se fue corriendo, tenia que encontrar a su caballo y salir de allí lo antes posible, puesto que en el bosque no estaba a salvo por si aparecían más espías.

-Eärwen donde estas? - se puso a gritar una y otra vez

Donde estará Eärwen pensó, de repente oyó como se movían las hojas de los matorrales, se puso en guardia puesto que creía que eran más espías, pero bajo su sorpresa era su caballo, había acudido a su llamada, se subió a el y se fue rápidamente a Eldar a contarle a su madre todo lo ocurrido, tenían que prepararse para una batalla medio perdida.