Nr.
Había pasado ya un año desde que Jungkook y jimin se conocieron, aquel día sin duda fue el mejor para los dos, hoy Jimin se encontraba vistiéndose frente al espejo con muchos nervios y arrugando la corbata.
—Arruinaras esa corbata si sigues así Minie— hablo alguien desde la puerta.
—si Jimin, además estaba perfecta— una segunda voz se escuchó y el sonrio al ver a dos de las personas más importantes en su vida.
—Mamá, Tae!!— grito emocionado el menor mientras corría a abrazarlos.
—¿Cómo estás bebé?— pregunto la mujer a su hijo.
—Muy nervioso, que no lo ve señora, la pobre corbata ha sufrido las consecuencias— dramatizo Taehyung, luego de ellos se acerco a Jimin y le colocó la corbata— no puedo creer que te vallas a casar con uno de los hombres más ricos de Corea, dime cómo le hiciste para atraparlo, lo acozaste, le mostraste tu encantador trasero he— sonrió picaro el mayor.
—¡¡claro que no!!, de hecho lo único que tuve que hacer fue decirle a mi madre que quería un Daddy, y ella le pregunto a Jungkook que era eso, así que solo eso tuvo que pasar— sonrió el menor y después de ello se sonrojo al recordar lo que pasó después.
—no puedo creer que me hayas cambiado por ese, pero aún así estoy muy feliz por ti, ahora tendrás que mantenerme como disculpa— le respondió su mejor amigo con una gran sonrisa.
—No te mantendré Tae, ¿Y kookie?— pregunto el peligris.
—Que mal amigo eres y pues el....
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En otra habitación se encontraba Jungkook con su ahora suegro, aún recordaba todo lo que tuvo que hacer para que esté lo dejara llevarse a Jimin a vivir con el, y el como lo amenazó con un sarten si le hacía algo a su niño, sonrió y volvió a observar a su suegro.
—Señor Park, cree que le gustará mi traje a Jiminie?— pregunto con nerviosismo Jungkook.
—claro que si muchacho, además mi hijo te ama, y aunque aún es joven se que sabra hacer lo correcto, no hace más de dos meses que cumplio los dieciocho, pero es muy responsable y se ha tomado esto encerio— sonrió el hombre, aún recordaba la cara de sorpresa de su hijo cuando se enteró que el había colaborado con Jungkook para que esté le pidiera matrimonio.
—el es un hombre grandioso, me siento afortunado al tenerlo a mi lado, verlo cada día y convivir con el solo ha aumentado mi amor por el— suspiro y después de observó una ves más para luego salir de la habitación y encaminarse al altar donde esperaría a su futuro esposo.
10 minutos pasaron exactamente para que Jungkook observará a su novio llegar por aquel camino, Jimin vestía un traje blanco con negro y su cabello gris con tonos azules le hacía ver aún más hermoso, en cambio Jungkook vestía un traje negro con camisa blanca, elegante, era la palabra que los identificaba en ese momento, cuando Jimin llegó frente a Jungkook y su padre le entrego a su novio la ceremonia dio inicio.
La madre de Jungkook se encontraba llorando y abrazando a la madre de Jimin, las señoras se habían llevado perfectamente bien, y aunque en un principio a la señora Jeon le tomo trabajo aceptar que Jungkook tenía novio y no novia, ahora ahí estaba viendo a su hijo con aquel joven que se ganó su cariño y aprecio desde que lo vio.
El juez se encargó de legalizar todo y una vez finalizó la ceremonia sus bocas se unieron en un bello beso, mientras los aplausos de los invitados no se hicieron esperar, debido a que Jeon era un gran empresario conocía a miles de personas, y Jimin por otro lado era un grandioso bailarín y debido a su belleza había ganado demasiados admiradores, quienes también acudieron a la boda.
—Te amo, Jeon Jimin— sonrió Jungkook una vez se separaron.
—Yo también, Daddy— respondió el menor con una sonrisa y sus ojos convertidos en dos hermosas líneas.
Tiempo después, se encontraban en el jardín de la mansión Jeon, donde se llevaría acabo el banquete, después de bailar el ansiado vals de los novios que por suerte fue la canción Serendipity, que casualmente Jimin escribió y canto. Partieron rumbo a otra de las mansiones en Tokio, al llegar ahí Jungkook cargo a Jimin estilo princesa, mientras esté reía.
—¿Que haces kookie?— pregunto riendo el menor.
—cargando a mi querido esposo, ¿O acaso no puedo?— pregunto mientras le robaba un beso.
—Claro que si, pero aún así yo...— Jimin quedó en completo silencio debido a que cuando entro la casa estaba repleta de velas y pétalos de rosas.— Kookie ¿Tú?— pregunto emocionado.
—Si bebé fui yo, ¿Te gusta?— lo observó nervioso mientras Jimin asentía eufóricamente.
—Me encanta kookie, te amo tanto— respondió el menor y beso los labios de ahora esposo.
Jungkook coloco a Jimin de forma en que este enrollara sus piernas en su cadera y el pudiera besarlo mejor, caminaron hasta una de las habitaciones, donde Jungkook acostó al menor de manera delicada, pues hoy no lo follaria como siempre, no, hoy, le aria el amor.
Juntos se despojaron de su ropa y poco tiempo después el peligris se hayaba debajo de su esposo gimiendo de placer mientras el pene de Jungkook entraba y salía de su interior y aumentaba el ritmo de las embestidas y juntos llegaban al clímax.
—Te amo Jimin— susurro Jungkook a su menor, intentando regular su respiración.
—Tambien te amo Jungkook, mi Daddy— contesto Jimin y después beso una vez más los labios de Jungkook.
—Por que tú eres yo— comenzó jungkook
—Y yo soy tu— termino Jimin con una hermosa sonrisa, y aquella hermosa frase fue sellada con otro beso.
Fin
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Ahora sí, adiós 🖐🏼🖐🏼😘😘
