Capitulo 1

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-No puedo creer que me mandes a ese asqueroso lugar- me quejé mirando a mi madre con los ojos entrecerrados- ¡No es justo!

-Tengo que viajar por asuntos de negocios, Rebekah- me contesto ella con una mirada preocupada-. Sabes que la Señora Flowers es la única persona en la que deposito mi confianza. Sé que ella cuidara muy bien de ti.

- puedo cuidarme sola - la fulminé con la mirada-. Tengo diecisiete años, no necesito que nadie me proteja.

-Lo siento mucho, hija- concluyó mi madre- pero ya lo decidí, mañana antes del mediodía partirán hacia la casa de la señora Flowers.

Mamá salió de la habitación a paso lento para luego cerrar la puerta cuidadosamente, odiaba los portazos.

Me tire sobre mi cama dando un profundo suspiro. ¿Por qué tenía que ir a la casa de la Señora Flowers mientras mi madre se ausentaba? No era que no me cayera bién, en realidad la señora Flowers era toda una dulzura; my amable. Pero, en fin, era mi último año escolar y no me apetecía pasarlo allí.

Recuerdo que la última vez que había estado en esa casa había otro huésped, un tal Stefan. Nunca lo vi así que no se decir si era guapo o no, lo único que sabía es que era joven.

Esa noche me fuí a dormir temprano. Sabía que al otro día me tendría que levantar para ir hacia esa casa casi en medio del bosque. Solamente pedía una cosa, un poco de diversión, algo nuevo... Algo interesante.

Al día siguiente me levanté con un horrible dolor de cabeza y fuí al baño, allí me cepille los dientes y peiné mi cabello castaño claro. Luego de eso me dirigí hacia el armario y tomé unos pantalones de jean algo gastados y rotos, una sudadera azul marino y me calcé unas zapatillas de lona de color blanco para acto seguido agarrar mi maleta ya hecha.

Baje las escaleras a paso lento y con desgana, subi al coche que me había pasado a recoger para ir a la casa de la Señora Flowers, naturalmente mamá ya no estaba para despedirme....nunca estaba

Me subí al coche y me coloque los cascos con el fin de hacer el viaje mas ameno.

El viaje fue aburrido. Arboles y mas arboles, nada fuera de lo común. Al adentrarnos en el bosque pude distinguir la casa de la señora Flowers. Era tal cual la recordaba, parecía algo así como sacada del cuento de blanca nieves y los siete enanos; solo que esta casa estaba ya un poco vieja. En realidad, bastante. Frente a ella había un precioso coche de color negro.

El coche paro frente a la puerta del lugar y una señora de unos cincuenta y tantos años salió a recibirnos.

-Buenos días, me alegro de tenerte de nuevo en casa- me saludo la Señora Flowers mientras me daba un efusivo abrazo-. Por dios, Rebekah que bonita te has puesto.

-Gracias- conteste amable

En ese momento un coche estacionó junto al coche negro, de el bajaron una chica y un chico. El chico era sumamente guapo, algo irreal, fuera de este mundo. La chica era, dentro de lo normal. La verdad que sentí envidia por ella ¡Que chico!

-Stefan- lo llamó la señora Flowers ¡¿Ese era Stefan?! Por dios ¿Por qué rayos no lo había conocido antes? Stefan se acercó a nosotras-. Ella es Rebekah, se quedara en casa por un tiempo ¿No te molesta verdad?

-Claro que no, un placer, mi nombre es Stefan Salvatore- me dijo con un tono elegante, pero note que me miraba con gesto preocupado y con el ceño fruncido. Después miro hacia otro lado y sonrió al encontrarse con los ojos castaños de su acompañante-. Ella es Elena, mi novia- señaló a la chica que había llegado con él y esta se acercó sonriendo.

-Tu hermano llegó a verte hoy temprano, te está esperando adentro- le informó la señora Flowers y la expresión de Stefan cambio de un momento al otro, seguido a esto se encaminó rápidamente hacia la casa seguida por la señora Flowers

-Entonces... ¿Rebekah, verdad?- me dijo Elena con una sonrisita

-oh...llamame Bekah-le conteste amable

'Muy bien Bekah-Elena cojió amable una maleta y se dispuso a entrar a la casa-ven te acompañare a tu cuarto

Ambas entramos a la vieja casa y subimos las escaleras,pero la chica se paró en la habitación que quedaba justo en frente de la mia,tenia la puerta entre abierta, esta se asomo divertida y susurro algo para luego abrirla por completo.

-Sorpresa- susurro Stefan con una mirada divertida hacia el otro chico que se encontraba junto a él.

-¿Qué? ¡No puede ser!- se quejó el otro mientras me miraba de una manera extraña. Era tan guapo. Tenía unos ojos celestes atrapantes y la téz pálida. Sinceramente, todo un sueño de hombre-. Otra vez no soportaré lo mismo.

-Tal vez no suceda lo mismo que con Elena, Damon- le dijo Stefan algo enfadado-. No tomes conclusiones adelantadas.

-¿Damon?....Damon....de que me suena ese nombre....piensa Bekah....piensa....

-Disculpad- les dijo Elena mientras se cruzaba de brazos-, estamos aquí.

-Os vemos de sobra- le contesto Damon con tono arrogante, luego me miró y sonrió- ¿Quién eres tu guapita?-dijo acercandose vacilante

-. Primero, mi nombre es Rebekah, no guapita....y segundo, ¿me lo puedes preguntar a mas distancia?estas invadiendo mi espacio y resulta bastante molesto-dije separandolo con la mano

-Me gustan las chicas difíciles....tu y yo nos vamos a llebar bien Bekah- me contesto él alzando las cejas seductoramente.

-¿sabes el problema?que a mi no me gustan los imbeciles....asique no tienes nada que hacer conmigo - le dije poniendo los ojos en blanco-. Ahora, si me disculpais, me voy a mi habitación.

Stefan y Elena miraban a Damon divertido

-vaya corte eh hermanito


-Sé que le gusto, siempre fue así- oí decir a Damon, me paré en seco y alcé una ceja un tanto confundida.¿de que va ese creido? Luego puse los ojos en blanco y entre en mi cuarto y me senté en la cama pensativa... Damon Salvatore....como me sonaba ese nombre....juraría que a ese chico ya lo conocía de algún lado.... Qué extraño.

¿Quién es Rebekah Pierce?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora