Abrí los ojos lentamente ¿Dónde estaba? Era un lugar amplio, se parecía bastante a mi cuarto, pero era aun más grande y con las paredes pintadas de azul marino. Me incorpore en la cama y mire hacia un costado. Desde un sillón Damon me miraba atentamente. Al darse cuenta de que lo estaba observando se levanto y se sentó junto a mí.
-Tu… ¿Me salvaste?- le pregunte atónita.
-Tenía que hacerlo- me contesto negándose con la cabeza-. No podía dejar que te hicieran daño.
-Gracias- le dije, mi vista se dirigió hacia sus labios, sus perfectos labios. Estaba mal, tenía el labio inferior roto y manchado de sangre-. Estas herido ¿Qué te hicieron?
-Nada- contesto bajando la cabeza, yo tome un pañuelo de mi bolsillo y le limpie la herida; él levanto la cabeza para mirarme y sonrió-. Gracias.
-No hay de que- le conteste perdiéndome en sus ojos azules-. Me salvaste la vida, Damon, te lo debo.
Escuchamos la puerta del lugar abrirse así que ambos miramos para direcciones diferentes. Stefan entro a la habitación tomado de la mano de Elena, ambos sonrientes y enamorados. Al ver a Damon ambos pusieron mala cara.
-¿Por qué tienes sangre en la boca?- le pregunto Elena poniéndose más pálida de lo común.
-Problemas con un viejo amigo- contesto Damon limpiándose la boca con el puño para luego quejarse por el dolor. Lo mire apenada y le entregue el pañuelo para que lo use.
-¿ahi algo que nos perdimos?- nos pregunto Stefan con una sonrisa pícara.
-¿Además de que intentaron matarme?- le pregunte sonriendo irónicamente-. No, creo que nada más.
-Damon, ven...ahora- le dijo Stefan en tono serio y ambos salieron de la habitación.
Elena me miro curiosa.
-¿Qué?- le pregunte alzando una ceja mientras me levantaba y me preparaba para irme a mi cuarto.
-Bueno, me parece que alguien está enamorada- dijo sonriendo exageradamente,yo la mire sorprendida y luego fruncí -. Oh, vamos Bekah.
-tu flipas- le dije sonriendo algo nerviosa.
-niegamelo si quieres..., pero Damon te gusta- dijo guiñándome un ojo.
-¿Por qué no dejas de meterte conmigo?- le pregunte abriendo los ojos bien grandes y riendo-. A mí nunca me podría gustar Damon, es un imbecil. Vivir junto a él sería un castigo.
Elena miro por detrás de mí divertida y enseguida su expresion cambio...Gire sobre mis talones y vi a Stefan y a Damon. Stefan miraba a su hermano mientras tenía una mano apoyada en su hombro, Damon ni siquiera se atrevía a mirarme, tenía la vista puesta en el suelo,
Mejor me largo- dijo para luego salir por la puerta sin hacer ningún ruido.
Yo fuí preocupada hacia Stefan
-¿No está así por mí, verdad?- , el solo permaneció en silencio- ¡Stefan!
-dejalo...no lo entenderias, Bekah- dijo luego de dar un suspiro-¿sabes?. Tienes una historia complicada y a la vez increíble