Escucho como alguien grita mi nombre a lo lejos: Ana... Ana... Una sombra de un hombre se situaba frente a mí, no lo podía reconocer, mi vista se iba haciendo cada vez más y más borrosa.
Abro los ojos y me encontraba tumbada en mi cama, me levanto de golpe y lanzo un suspiro al darme cuenta que estaba en mi habitación. Me levanto de la cama y me dirijo al cuarto de mi hermano mayor, doy dos golpes en la puerta y la abro de golpe diciendole:
-Venga Victor, despierta o llegarás tarde.
Le doy unos golpes en la espalda y este me da un empujón diciendome:
-Si, si, ya voy.
Salgo del destrozado cuarto y entro al baño, me doy una ducha, me lavo los dientes y me cepillo el pelo castaño y liso cuando Victor entra y me saca a empujones diciendome:
-Fuera, es mi turno
Cuando consigue echarme lanzo un suspiro y voy a mi habitación, me coloco mi anaranjado uniforme y bajo a la cocina, al entrar mi madre estaba preparando el desayuno y mi padre tomando el café, me siento y me dicen los dos al unísono:
-Buenos días.
Les saludo igual y estra mi hermano a la cocina como si fuera un muerto, mis padres le reciben igual que a mí y se sienta a mi lado, mi madre nos deja en la mesa una tostada a cada uno y un vaso de leche, nos lo tomamos todo y me dice Victor:
-Vamos, no me apetece que me castiguen.
Asiento con la cabeza, cogemos nuestras mochilas y nos dirigimos al instituto, miro a mi hermano y este me mira con cara de asco y me dice:
-¿Qué?
-Nada, solo que ya estas echo todo un hombre.
Me da con su puño en la cabeza y mientras me quejo me dice:
-Yo abre cambiado pero tu tontería no.
Le miro con mala cara y este se comienza a reír, nos reímos todo el camino hasta el instituto, la verdad que fue una buena sensación, aunque mi hermano me saque dos años y ya sea mayor de edad seguíamos teniendo la misma relación de siempre y eso me encanta.
Entro a clase y me reciben mis amigas gritando mi nombre desde la otra punta de la clase:
-Buenos días Ana.
Las saludo con la mano, dejo mi mochila en mi sitio y me dirijo hasta ellas, la primera que me saluda con un abrazo en Lorena, una chica rubia de pelo liso de más o menos mi estatura; luego se acerca Marta, una chica bajita de pelo castaños rizado; y por último se acerca Carol, una chica de pelo liso y oscuro. Llevo desde que entre a este instituto con ellas asi que no me puedo quejar, sin ellas ahora estaría sola.
Entra el profesor a clase y todas nos sentamos en nuestros respectivos sitios, yo me sentaba practicamente en el medio al final con Lorena y Marta se sienta con Carol dos sitios más alante que nosotras. Cuando el profesor se termina de organizar nos dice:
-Atención, este es Érodo, es nuevo, asi que por favor tratarle bien.
Levanto la cabeza y en cuanto veo a aquel chico alto de cabello albino y ojos azules una extraña sensación recorrió todo mi cuerpo haciendome temblar, mientras que el maestro le busca sitio Lorena me agarra de la mano y sin apartar la vista del chico me dice:
-Ana, ¿ocurre algo?, te ves algo pálida.
La miro y la digo:
-Tranquila no pasa nada.
Ella me mira preocupada y levanta la mano cuando el profesor la da la palabra ella dice:
-Profesor, Ana no se encuentra muy bien, ¿puedo acompañarla al baño?
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Un ángel caido
FantasyNadie puede apagar el fuego que hay en mi pecho. Aunque la lluvia negra que cae de los cielos me deja empapada y nunca para. Aún puedo caminar, te demostraré que puedo hacerlo. Este es mi orgullo, es diferente en todos lados... Aun no te apagues fue...