Capitulo III

37 4 0
                                    

Terminamos todos de comer un increible filete de ternera sin dejar ni un rastro de este, Leo se coloca detrás de Victor y de mi agarrandonos los hombros con sus enormes manos y nos dice:

-¿Qué os parece si probamos vuestras habilidades?

Victor y yo nos miramos confundidos y al rato asentimos con una sonrisa.

Llegamos a una enorme sala que es incluso más grande que el gimnasio de nuestro instituto, al entrar Victor y yo caminabamos impactados observando cada rincón del lugar cuando Leo se para en seco en medio de la sala y me choco contra él haciendome retroceder unos pasos, le pido perdón pero este únicamente se rie y nos dice:

-Muy bien, vamos a comprobar cuanto poder teneis.

Victor y yo nos miramos sorprendidos pero a la vez extrañados, miro a Leo y le digo:

-¿Poder?

-Claro Ana, poder demoniaco o celestial, dependiendo de cual fue vuestro pecado, o en caso de Victor que tipo de guardian es.

Me acerco un poco a Leo y le digo:

-Tengo un problema, no sé cuál es mi pecado o mi poder o a lo que te refieras. Y creo que Victor tampoco sabe nada.

Victor me agarra del hombro y niega con la cabeza a Leo y este suspira, mira a Tania y le hace un gesto que Tania entiende perfectamente, esta se acerca a mi arrinconandome en un muro y colocando su mano en mi pecho, notaba como mi corazón quería salir de mi pecho, el corazón me hardía como si estuviera envuelto en fuego, cuando noto que Tania aparta su mano de mi pecho, yo caigo de rodillas siendo agarrada por Victor, me llevo la mano al pecho y comienzo a apretar, todavía notaba el ardor en el corazón, levanto la cabeza y Tania mira a Leo diciendole:

-Como ya me lo imaginaba, lo tiene sellado.

Leo asiente con la cabeza y la dice:

-¿Y él?

-Él seguramente igual, tambien lo tendrá sellado.

-Pues solo queda la opción de la marca.

Victor se acerca a mi protegiendome y dice:

-¿Qué es eso de la marca?

-No es nada peligroso tranquilo.

Victor asiente apartandose unos pasos de mí colocandose al lado de Leo, Tania se acerca a mí con una máquina, como una especie de pistola, retrocedo unos pasos, pero un chico rubio alto a mis espaldas me agarra sin dejarme espacio para escapar, miro a Victor asustada pero este estaba siendo agarrado por Leo, en cuanto Tania se da cuenta que miraba a Victor, se voltea hacia él con aquella máquina y comienza a acercarse lentamente con cara de psicòpata, en ese momento no se como consigo soltarme del rubio que me agarraba y me coloco en medio de la máquina y Victor, en ese momento un resplandor blanco sale de mi mano y una espada que ha aparecido de repende se coloca en mi mano con el filo rozando la garganta de Tania, esta instantaneamente suelta la máquina y da dos pasos hacia atrás, en ese momento todo mi cuerpo comienza a temblar bruscamente, me miro la mano que agarra la blanca espada y luego a Tania, mis asustadizos ojos no dejaban de mirarla, en ese momento bajo la espada y desaparece instantáneamente colandose con un resplandeciente brillo en las venas de mi muñeca. Todo el cuerpo me temblaba, no me podía imaginar que estaba ocurriendo, cuando de repente mi cuerpo se hace pesado y caigo para atrás siendo agarrada por Victor, este me mira asustado, luego mira a Leo que este estaba con una sonrisa y le dice casi gritando:

-¿Qué significa todo esto?

Leo se comienza a reir mirando a Tania, Victor y yo giramos la cabeza para mirar a Tania que estaba asombrada y dice:

-Íncreible, jamás habia visto un arma así, es íncreible.

Entonces Leo se acerca a nosotros mirando a Tania y la dice:

-Entonces es uno de los nuestros, ¿verdad?

Esta asiente con la cabeza y dice:

-Si, es un ángel caído, lo que me ha sorprendido a sido el arma celestial, jamás he visto nada así.

Leo asiente tocandose la barbilla y dice:

-Entonces Victor, ¿es un guardián?

-Sabemos que sí, le noto a distancia que es un guardián, lo que me preocupa es que venga su padre a por él y se desaga de todos nosotros, recuerda Leo que alguien se lo robo.

Leo asiente con la cabeza pensativo y le dice a Tania:

-Ve a reportar.

Esta asiente y sale de la sala todavía pensativa. Leo nos levanta y nos dice:

-Chicos será mejor que os vallais a dormir ya, mañana tenemos una misión.

Le miro preocupada y le digo:

-Y... ¿al final que va a pasar con la escuela?

-Tranquilos que volvereis a ir, pero de momento será mejor mantener un poco las distancias.

Asiento con la cabeza y dejo que Victor me ayude a llegar a la habitación, al llegar me tiro a la cama con la ropa pensando en que narices habia ocurrido hoy, pero antes de darme cuenta me habia dormido. Una pesadilla inundo completamente mi sueño, podía ver como mi padre y mi madre morían en un fatidico incendio provocado por ellos mismos.
Me levanto de golpe aún confundida por la pesadilla, me levanto de la cama y voy de cuclillas hasta el baño para no despertar a Tania, me lavo la cara, me ducho, me visto y salgo de la habitación aún con paso silencioso. Me dirijo hacia la sala donde el otro día mi sangre se transformo en una espada, al llegar allí Leo estaba sentado en las gradas, inteto esconderme pero entonces este me dice:
-Ana, sabría que vendrías.
Le miro confundida y le digo en broma:
-¿Qué eres?, ¿adivino?
Leo suelta una pequeña carcajada y me dice:
-No, soy intuitivo.

Este baja de las gradas colocandose a unos metros de mí y me dice con una sonrisa:

-Esta tarde en la misión que os dijimos ayer intentaremos desbloquear el sello de alguno de los dos, teneis un increíblle poder, de victor se sabe en cuanto le miras a los ojos, y en ti sabemos lo mismo por que ha ocurrido antes.

Miro a Leo decaída y recuerdo la pesadilla, unas lágrimas caen por mis mejillas y le digo apretando los puños:

-Leo, ¿qué ha pasado con mis padres?

Este me mira confundido y me dice preocupado:

-Lo has soñado, ¿verdad?

Asiento con la cabeza y le cuento cada detalle de mi pesadilla, este agacha la cabeza y da un suspiro, me mira apenado y de repente este dice para si mismo como si estuviera recitando un poema:

-"libre albedrío, lujuria y vanidad, ángel caído con sus pecado"

Una hermosa aura se forma al rededor de Leo hacio que me tape los ojos de tal celestial brillo, cuando mis ojos comienzan a acostumbrarse a lla normal luz de la sala, abro los poco a poco cunado se me abren de golpe al ver a Leo, se fornida forma, envuelta en telas grisáceas, con unas hermosas alas negras que le llegan hasta la cadera, y una hermosa melena rubia hasta los hombros.

En ese momento no podía cerrar la boca, era asombroso e íncreible, jamás habia visto algo tan hermoso como lo que tenia ahora mismo ante mis ojos, este me mira con una deslumbrante sonrisa y me dice acercandode a mí:

-Esta es mi verdadera forma, y al igual que yo tengo esta, Victor y tú teneis la vuestra encerrada en vuestro corazón y seguramente con nada más veros ya se nota que la vuestra será incluso mejor.

Leo me abraza y cruza sus alas alrededor de mí, es una cálida y agradable sensación, es una sensación que me resulta familiar, pero de la cual no consigo recordar. En ese momento una campana suena por toda la sala, Leo se aparta de mí suavemente, abro los ojos y me vuelvo a sorprender al verle de nuevo en su forma de humano, este me dedica una sonrisa cerrandome la boca y diciendome:

-Vamos, tenemos una misión.

Un ángel caidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora