Último Amor - [TERMINADA]

FINAL 1/2

Suga

Terminé de hablar con Hobi y salí de mi habitación. Me iba... Lo estaba dejando y tenía miedo de quedarme solo nuevamente.
Tomé mis maletas y di una última mirada a la sala en la que habité estas últimas semanas. Salí y subí al auto que me venía a buscar. Mi padrastro hablaría conmigo y eso no me hacía sentir seguro.

–¡Suga, amigo!, ¿Cómo se siente que te corran?– rió y arrancó el auto. –Debe ser lamentable, se nota que te gusta ese chico, que pena que él no sentía lo mismo.– me miró por el espejo retrovisor y sonrió maliciosamente.
–No te metas, fue tú culpa. ¿Sabes? Si no estuvieras tan malditamente obsesionado conmigo, no te estaría odiando ahora mismo.
–Suga, yo sé que tú no me odias, además, de todas formas tampoco estarías con él. Fue suerte que tu padre haya aceptado nuestra relación.– sonrió.
–Eres un idiota– dije haciéndolo reír –Se muy bien que has sido tú quien tomó el dinero. ¡SABES DE LO QUE ES CAPAZ EL SEÑOR LEE!, ¡LO PUSISTE EN PELIGRO, SEOYAN, ERES UN MALDITO!– grité generando una risa sarcástica de su parte.

–Eres muy gracioso– me miró y se puso serio rápidamente. –Le dije que no se acercara a ti. Hoseok sabía perfectamente que tú eres mío... Es culpa suya todo lo que ha pasado.– levantó los hombros –Ya llegamos.
Se estacionó y bajó del auto cerrando la puerta de golpe. Me baje seguida de él, tomé mis cosas y caminé hacia la oficina del Sr. Lee.
Toqué la puerta y entré; estaba sentado viendo una fotografía.
–Llegué, ¿Qué querías?– dije una vez parado frente a él.
–Que bien que llegas– se acomodó para mirarme bien. –Tengo una tarea para ti. Ese chico, Hoseok no me pagó a tiempo, así que te encargarás de él.– me entregó una pistola –Matalo.
–¿¡Qué!?, ¡NO, NO LO HARÉ!– lo miré sorprendido –¡Estás loco!

–¡Tú haces lo que yo te digo!, ¿Entendiste?– se paró de su silla –¿Acaso te gusta ese idiota?– desvié la mirada provocando que él golpeara la mesa con su puño. –¡Te gusta!... Entonces, no puedes matarlo.– sonrió suavemente.
–¿Eso quiere decir que no lo matara?– sonreí siendo ingenuo.
–¡Seoyan!, ¡Ven aquí!– gritó y en segundos el mencionado estaba adentro junto a nosotros.
–Dígame, Señor Lee.
–Ten...– le entregó la pistola. –Mata a Jung Hoseok, ya que este marica no puede hacerlo.– me escupió.
–A la orden, señor.– hizo una reverencia y salió sonriendo.

Final 1/2

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