PROMETEO Y SUS DESGRACIAS P1

317 17 2
                                    

Prometeo era un personaje audaz, ingenioso, determinado en evadir a quien se interpusiera en su camino con el fin de lograr su propósito de ayudar a la humanidad por ser el dicho creador de ésta. No temía a los gobernantes del Olimpo debido a que él pertenecía a otra especie superior, era un titán, seres que habitaban el universo antes de la llegada de estas deidades griegas.

En principio, él y su hermano Epimeteo eran los encomendados de crear a los animales y la raza humana. Cómo también proporcionarle todo lo necesario para que pudieran vivir, tanto condiciones físicas, como el hábitat de cada especie.

Epimeteo comenzó creando los animales. Los hizo de diferentes tipos y dio a cada uno características distintivas entre unos y otros. Según cuentan las leyendas, la variedad de seres vivientes fue producto de la imaginación de este personaje. Cuando le tocó diseñar al hombre, llamó a Prometeo, así entre los dos podían hacer algo grandioso, original.

Fue en ese momento en que Prometeo se inspiró en la creación del hombre con facultades distintas a las de los animales. Los hizo pensando en que pudieran valerse por sí mismos, con razonamiento y sentido común en sus acciones. Sus características físicas eran distintivas en su andar, comportamiento e inteligencia. Tenía la capacidad de construir las obras que necesitaran para realizar sus actividades.

De igual modo, tenían dominio sobre los animales para domesticarlos, al igual que podían trabajar las tierras en cuanto a cultivos, siembra y recolección de sus cosechas.

La historia de Prometeo y el fuego ejemplifica a lo que estuvo sometido este titán, por luchar en defensa de los mortales en todo sentido. Rompiendo con el status quo propio del grupo de los dioses y enfrentarse a las peores calamidades. De cualquier modo, fue en contra de los dictámenes de Zeus y logró que el hombre pudiese contar con uno de sus más importantes recursos para la supervivencia: el fuego. Zeus, indignado por la osadía de Prometeo, considerándola como burla a los dioses, ordenó a Hefesto y a Cratos a encadenarlo eternamente a una roca en la montaña Cáucaso. Allí estaría por siempre sin alguien que rompiera sus cadenas.

Fue Hércules, quien iba de paso por la zona acompañado de arco y flecha, al ver al sufrido titán decide liberarlo sin pensarlo dos veces.

¿Es ese el final feliz de Prometeo? No, ¿alguna vez has visto un mito griego que termine feliz? exacto.

Mitología griega: Datos generales Donde viven las historias. Descúbrelo ahora