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El sonido del cinturón azotando mi piel y los llantos de mis hermanos eran lo que se escuchaba en la habitación, mi cuerpo temblaba y podía sentir como mi piel se abría a causa del golpe constante del cuero sobre mi espalda, no lloraba, mi preocupación solo iba hacia mis hermanos que no habían tenido oportunidad de subir al cuarto a esconderse.

-Espero que sea la última vez que insinúes tal aberración de mi marido, y ni se te ocurra ir por la vida levantando falsos de él, eres una malagradecida, ¿Cómo es posible que andes diciendo eso de alguien que te ve como su hija?- una vez que mi madre termino de golpearme vi como miro a mis hermanos, una ola de miedo se apodero de mí.- Y ustedes que hacen ahí observando, vayan a cambiarse tenemos que ir a la iglesia, su padre ya nos debe de estar esperando, y tú te vas a quedan a pensar en tus acciones.

La vi irse a su habitación, me levante aun sintiendo el ardor en todo mi cuerpo, sonreí a mis pequeños que a pesar de lo que dijo mamá se veían asustados por toda la situación.

-Hey renacuajos, ya escucharon a mamá, vamos... deben de alistarse...ven pecosito.- Cargue a Noah quien se acercó para que yo lo cargara.

Si bien no era la mayor, era la que se encontraba a cargo de aquellos 3 mocositos, mi hermano mayor se había ido a la primera oportunidad, y no lo juzgaba, también buscaría un mejor lugar, no solo para mi sino para mis pequeños, no quería exponer a mi niña a ese monstruo

Mis pequeños me hicieron caso al instante, busque caminar lo más rápido que el dolor me dejara para así poder ayudarlos a arreglarse, ellos no decían nada, pero podía sentir la tensión en el ambiente, Noah se acurruco en mí, el ambiente era triste y aunque cantara para que mis pequeños pudieran relajarse sabía que eso no sacaría lo que vieron de su mente. Pasaron los minutos y ya estaban listos, terminaba de adornar con aquel moño alto el cabello de Maddy.

-Vamos, ya se hizo tarde, no es posible con ustedes, rápido, rápido, rápido.- La voz de mi madre mato la poca tranquilidad que había logrado tener en la habitación, Noah no pudo evitar llorar, la forma tan repentina de mi madre al aparecer lo había asustado, lo tome en brazos y ella rápidamente me lo arrebato, provocando que se asustara más y por ende llorará más, salieron de la habitación y pude escuchar a lo lejos una riña de madre hacia Noah.

Me dispuse a hacer lo que me correspondía no sin antes bañarme y curar las heridas hechas por el cuero del cinturón. Desde barrer, limpiar, hacer la comida, lavar ropa, preparar los uniformes los pequeños, los uniformes de mi madre y su esposo, lo que me correspondida por ser la mujercita de la casa, según mi madre, lo mismo de todos los días, y como cada domingo ellos regresaron, se sentaron, mi madre y yo servimos la comida en silencio, nos sentamos para bendecir los alimentos.

-El mensaje de hoy fue bellísimo, cariño, hablas con tanta sabiduría.- Empezó la conversación mi madre mientras su esposo le sonreía con calma.- Dios te dio un Don tan bello para poder predicar su santa palabra.

Escuchar esas cosas me generaba un pesarhorrible en el estómago, jugué un poco con mi comida, comiendo lo que podía enese momento, mis hermanos se veían mejor, aquellas sonrisas que siempre debíantener estaban, algunas preguntas tiernas de su parte, dejando de lado loincomoda que me sentía y una que otra mirada que busqué evitar de parte de mipadrastro.

Una vez terminamos de comer, me dispuse a recoger la mesa junto con mi madre, dejar limpia la cocina antes de jugar un poco con mis hermanos, al ir a la sala para encaminarlos a la habitación vi a mi padrastro sentado en el sillón leyendo la biblia, mientras que ella se posicionaba a mi lado con los brazos cruzados, me acerque a el para sentarme a su lado, lo suficientemente serca para escucharlo, pero lo suficientemente lejos para no sentir su piel o la sensacion tan escalofriante que él emanaba, su mirada estoica se dirigió a mi, acompañado de una sonrisa tranquila y serena.

-Tu madre me comento la sitacion, Cariño.- Tomo la mano de mi madre quin lo miraba conn amor y adoración.- Me dijo lo que le habías dicho, y si bien se la gravedad de aquella acusacion, entiendo que quizas mis acercamientos hacia ti pudieran ser malinterpretados y te quiero pedir una disculpa, cielo.

Era un buen actor, hablaba con tanta calma que cualquiera le creeria, pero sus ojos no mentian, estaba furioso...el me habia advertido de las consecuencias de no callarme, lo mire asistiendo, entre mas rapido diera finalizada esa conversacion más rapido iria con mis hermanos.

Soltó a mi madre para acercar su mano a mi rostro, ni pude evitar tensarme, pero trate de componer mi postura lo más rápido posible, para que mi madre no se enojara más, al final de cuenta...su prioridad siempre fue complacerlo a a él...

-Esta bien...-Mi voz apenas se escuchaba.- no... lo siento... no debí de decir eso... debí de...pensar mejor mis palabras...

Sentí como pellizcaba cariñosamente mi mejilla para luego palmearla ligeramente, mi garganta se cerró, tenía muchas ganas de llorar.

-Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.-Se separó de mí para volver a tomar la mano de mi madre mientras citaba de forma hipócrita aquel versículo.- Se que no soy biologicamente tú padre, Bri, pero  eres mi adorada pequeña... y no sabes lo mucho que me duele esto... yo lo único que anhelo es cuidarte, a ti, a tu madre y a tus hermanos.

Asentí  sin decir más, me levante dispuesta a irme cuando la voz molesta de mi madre me detuvo.

—Bueno tu que te crees, yo no te eduque así, abrazalo  mínimo.

Suspire para acercarme a él y abrazarlo, sentí como su asquerosa mano tomaba mi nuca y mientras su brazo me envolvía, inhalo fuerte al tener su nariz contra de mi cabello, temble en sus brazos y pude sentir una sonrisa de su parte.

—Vamos preciosa, ve a jugar.

Me separe de el rápidamente  y corrí a ver a mis hermanos, entre a la habitación viendo como jugaban, al verme gritaron emocionados y se acercaron, no sin antes tomar algunos libros de la estantería con la finalidad de que les leyera un poco, les sonreí y negué, me di leves golpecitos en mi sien con mi dedo índice y camine hacia la mecedora, sentándome y tomando a Noah  quien  se acercaba para que lo cargara para así iniciar una tarde repleta de cuentos e historias de fantasía, historias  en donde almenas nosotros podíamos tener un final feliz.

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Hola pecadores, como pueden ver esta historia tendrá sus inicios antes de que nuestra protagonista llegue al infierno.

Aclaro que nuestra protagonista tiene 17 años, a unas semanas de ser la mayoría de edad, sus hermanos tienen 7, 5 y 3 respectivamente.



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⏰ Última actualización: Mar 05 ⏰

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Angel Infernal (Alastor y tú) +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora